ECONOMÍA

Argentina y Chile acordaron profundizar proyectos de integración energética

La Argentina y Chile acordaron profundizar la integración energética de los dos países, apuntando a la coincidencia de una agenda común regional.

Así lo abordaron en una reunión que mantuvieron el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y su par de Energía chileno, Ricardo Raineri.

En el encuentro, que se prolongó por más de una hora, ambos funcionarios acordaron volver a encontrarse ya en un marco de trabajo técnico en el vecino país para septiembre próximo.

Participaron de la audiencia el embajador de Chile, Adolfo Zaldívar Larraín, el secretario de Energía argentino, Daniel Cameron; el subsecretario de Control y Coordinación de Gestión, Roberto Baratta, entre otros funcionarios argentinos y chilenos.

Cabe recordar que a pesar de la iniciativa integradora que ambos países buscarán dar impulso como resultado de los proyectos elaborados a partir de 1995 quedó como resultado un oleoducto (Estenssoro-Pedrals) completamente inactivo por falta de oferta de crudo del mercado argentino.

Ese ducto fue inaugurado en 1995 por el entonces ex presidente de YPF?SA José Alberto Estenssoro y por el titular de la Empresa Nacional de Petróleo (ENAP) de Chile, Juan Pedrals, los cuales perdieran la vida en ese mismo año en un accidente aéreo que tuvo lugar en momentos en que hacían su arribo al aeropuerto de Quito, para reunirse con el ex presidente de PDVSA Luis Giusti.

También están prácticamente inactivos ocho gasoductos. En el Norte, el de Gas Atacama y Norandino, el ducto de GasAndes en la zona central que confluye al Gran Santiago que todavía mueve un mínimo volumen de gas y el gasoducto del Trasandino que llega a Concepción. En el extremo austral estuvieron en servicio tres gasoductos que tuvieron por objetivo abastecer tres trenes de producción de metanol, que la ex Novacorp había puesto en operaciones en etapas progresivas en Cabo Negro, Magallanes.

El octavo es en realidad un electroducto (InterAndes) que transporta gas transformado en energía eléctrica que se produce en un ciclo combinado de TermoAndes, en Salta.

Ese saldo negativo fue generado por la crisis de abastecimiento que padecen los yacimientos petroleros nacionales por su incapacidad para abastecer la creciente demanda de ese hidrocarburo que registra el mercado interno desde 2004, etapa en la que se inició un inédito proceso de crecimiento del PBI que se extiende desde hace siete años y que no tiene precedentes en décadas.

En 1973 la empresa entonces estatal Chilectra y la ex Agua y Energía Eléctrica encararon el tendido de una vinculación energética en alta tensión entre Santiago y Mendoza pero, por efecto de la rivalidad y recelos políticos que desencadenaron los conflictos del canal Beagle y la solapada colaboración que el gobierno del dictador Augusto Pinochet brindó a la Gran Bretaña de la ministra Margaret Thatcher en la guerra del Atlántico Sur de 1982, ningún vínculo eléctrico llegó a tener ocasión de madurar.

En años posteriores a la emergencia económica de 2002 que llevó a que la ley eléctrica 24.065 de las privatizaciones quedase prácticamente en vida suspensiva y también los precios marginales que se sancionaban en el funcionamiento del sector generador, el principal inconveniente que existe para avanzar en la integración entre ambos Estados estriba en que en Chile el MWh cotiza hasta u$s170 en el sistema interconectado central trasandino y a valores todavía más altos en el Norte Grande. Mientras tanto, en la Argentina el consumidor residencial paga apenas una tarifa cercana a los u$s25 el MWh.

Ante esa situación, la única posibilidad estribaría en una exportación neta de energía, pero sin otra compensación que su pago en contante y sonante.

Sin embargo, la Argentina en los últimos tres años se transformó en un importador neto de hasta 1.200 MW de potencia durante el invierno aportados por generadores de Brasil.

Finalmente, la próxima habilitación de la línea NOA-NEA en 500 kV anticiparía que la exportación de energía de TermoAndes al Norte de Chile también dejaría de tener efecto.

Sólo la paraguaya ANDE (Administración Nacional de Electricidad) aspira, hasta ahora sin resultados, exportar energía a Chile desde las centrales de Acaray, Itaipú o Yacyretá estimulada por los precios excepcionales que paga la minería del cobre.

En tanto, De Vido y el gobernador de Formosa, Gildo Insfran, firmaron ayer el contrato de obra para la construcción de la línea eléctrica que conectará las localidades de Ibarreta y Estanislao del Campo.

El convenio fue firmado en horas de la mañana durante un encuentro mantenido en la sede del Ministerio de Planificación. El futuro tendido forma parte de la línea eléctrica Ibarreta–Las Lomitas. El primer tramo, de 35 kilómetros de extensión, unirá las estaciones transformadoras ubicadas entre Ibarreta y Estanislao del Campo y demandará una inversión de 25 millones de pesos.

(El Argentino)