BCE anunció que prepara nuevas medidas e hizo desplomar al euro

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, anunció que el consejo de gobierno está "preparando" y es "unánime" para utilizar más instrumentos no convencionales dentro de su mandato "en caso necesario".

Como consecuencia, el euro se depreció a su mínimo nivel en más de dos años frente al dólar

Draghi agregó que el impacto del programa de compras de bonos del BCE en su hoja de balance será considerable. Sus comentarios, formulados después de que el BCE mantuvo su tasa de interés referencial en un mínimo récord de un 0,05%, fueron una luz verde para que los inversores vendieran euros.

Sondeos decepcionantes de crecimiento empresarial en la zona euro, así como también la sorpresiva decisión de la semana pasada del Banco de Japón para expandir su ya enorme programa de estímulos, han presionado al BCE para un mayor alivio en la zona euro, afectada por un lento crecimiento y el riesgo de deflación.

El euro se depreció a 1,2392 dólares , después de retroceder hasta los 1,2389 dólares, su mínimo nivel en 26 meses.

Draghi especificó que en caso de que las medidas ya adoptadas no fueran suficientes o de que la inflación no se acercase al objetivo de cerca pero por debajo del dos por ciento, el consejo de gobierno del BCE ha aprobado ya de forma unánime que se utilicen esos instrumentos no convencionales.

"De cara al futuro, y teniendo en cuenta nuevas informaciones, el consejo va a vigilar de cerca si esta política es adecuada. Si es necesario, el consejo es unánime en usar instrumentos no convencionales habituales dentro de nuestro mandato", declaró. "El BCE está trabajando para garantizar la preparación de medidas adecuadas para aplicarlas en caso necesario", agregó.

Durante la rueda de prensa posterior a la reunión mensual en la que el Consejo de Gobierno decidió mantener su principal tasa de interés, Draghi recordó que el BCE comenzó ya con las compras de cédulas hipotecarias (covered bonds) y que "pronto" empezará con las de valores respaldados por activos (ABS, por sus siglas en inglés).

Los ABS agrupan créditos que se venden como paquete a un inversor, un modo de diluir riesgos, pero también de ocultarlos. Los críticos recuerdan que ese tipo de producto fue uno de los desencadenantes de la crisis financiera en 2007 y 2008.

Draghi reconoció que se han estudiado en profundidad las experiencias de otros bancos centrales en este ámbito, pero indicó que no hay que olvidar que "los programas de compra de activos dependen de las condiciones iniciales".

Respecto a las informaciones que apuntan a que existen voces internas que dudan de su estilo a la hora de gobernar al guardián del euro, Draghi lo negó y alegó que es "totalmente justo estar en desacuerdo sobre cosas".

"Pasa en todas las partes. Pasa en el comité de la Reserva Federal (Fed) sobre cuándo subir tipos. Pasa en Reino Unido, en Japón. La mejor respuesta son los hechos. El texto introductorio que hemos publicado incluye cambios significativos y ha sido firmado de forma unánime", afirmó.

"¿En qué se diferencian nuestras posiciones? No hay coaliciones, no hay división norte-sur. Me gustaría dar muchos ejemplos pero no puedo. Hay muchas visiones, porque la gente está ahí por sus capacidades personales, son independientes", explicó.

Otro de los puntos sobre el que discutió el consejo de gobierno fue cómo llevar a cabo la publicación de las actas, "sobre si tienen que tener nombres...hay muchos aspectos a tener en cuenta".

"Por un lado, hay que mantener la independencia y por otro queremos dar información al mercado para que interprete las decisiones", agregó. Esta reunión se produce la misma semana en la que el guardián del euro ha comenzado con la mudanza de sus 2.600 empleados a las nuevas oficinas de la sede acristalada del BCE que ha costado 1.200 millones de euros.

Asimismo, este martes asumió su nuevo papel como Supervisor Bancario Europeo, con el que a partir de ahora tiene el control directo sobre 120 entidades de la eurozona, que representan el 85 por ciento de los activos bancarios de los países del euro.

Fuente: Ambito.com