BRICS avanzan en un comercio internacional sin uso del dólar
En un contexto global marcado por tensiones geopolíticas y económicas, el grupo BRICS —integrado por Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica y recientemente ampliado a 11 miembros— reafirmó en su última cumbre en Río de Janeiro su voluntad de avanzar hacia un orden económico más equilibrado y multilateral.
Uno de los puntos más destacados del encuentro fue el anuncio de iniciativas para ampliar el uso de monedas nacionales en el comercio intrabloque y el fortalecimiento del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), conocido como el “banco de los BRICS”.
Aunque se había especulado con la posible creación de una moneda común para reemplazar al dólar como unidad de referencia en el comercio internacional, el comunicado final omitió esa propuesta. Sin embargo, los líderes del bloque dejaron clara su intención de reducir su dependencia del dólar estadounidense.
Esta iniciativa provocó una fuerte reacción del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien en enero había advertido que aplicaría aranceles del 100% a quienes impulsaran este tipo de medidas.
Durante la cumbre, el presidente ruso Vladímir Putin, quien participó por videoconferencia, remarcó la necesidad de "seguir ampliando el uso de las monedas nacionales en las liquidaciones" entre países miembros. También propuso la creación de nuevos instrumentos de inversión BRICS para canalizar fondos de economías emergentes y del sur global hacia proyectos estratégicos del bloque.
En ese sentido, Putin valoró la evolución de diversas plataformas de cooperación económica, como una futura bolsa de cereales, un centro de investigación climática, una plataforma logística permanente y un programa de cooperación deportiva. Todas estas iniciativas apuntan a fortalecer el rol de los BRICS como motor del desarrollo global desde el sur geopolítico.
Contra las sanciones Por otro lado, el bloque condenó de manera explícita las sanciones unilaterales impuestas por potencias occidentales, especialmente aquellas que afectan a países como Rusia e Irán. “Rechazamos las medidas coercitivas unilaterales contrarias al derecho internacional”, afirmaron en el documento final, destacando que ninguno de los miembros del BRICS aplica ni apoya sanciones no avaladas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
En materia climática, el grupo pidió una gobernanza multilateral para regular el impacto de la inteligencia artificial y enfrentar el cambio climático, incluyendo mecanismos de financiación para países pobres y estímulos para la reducción de gases contaminantes. Sin embargo, reconocieron que "los combustibles fósiles aún tienen un papel importante en la matriz energética mundial", sobre todo en las economías en desarrollo.
La cumbre contó con la participación de delegaciones de 23 países, incluyendo naciones asociadas y representantes de organismos internacionales como el secretario general de la ONU, António Guterres, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, y la presidenta del NDB, Dilma Rousseff.
Con una agenda cargada de objetivos estratégicos y mensajes políticos, los BRICS vuelven a posicionarse como una fuerza alternativa frente al liderazgo económico occidental. En medio de advertencias y presiones de figuras como Trump, el grupo redobla su apuesta por un sistema multipolar basado en la cooperación Sur-Sur.
Fuente: Diario BAE