Bolsonaro exigirá libre comercio automotor y bajar aranceles externos
Prevista para el próximo 6 de junio, la visita del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, encierra algunas amenazas importantes para la muy castigada industria automotriz. El mayor socio comercial exigirá libre comercio desde junio de 2020 y presionará para bajar 10% el arancel externo común en este sector.
Si bien el libre intercambio ya está firmado y comprometido por el Pacto Automotor Común (PAC), que vence el 30 de junio de 2020, fuentes del Planalto señalaron a BAE Negocios que "no existe margen de negociaciones", como sí logró la Argentina con México. Mientras que con este país se extendieron los cupos (ahora más elevados), Bolsonaro ordenará el cumplimiento del PAC, un verdadero "mazazo" para la industria y el próximo gobierno argentino.
Por otra parte, fuentes industriales afirmaron que la idea de Brasil es bajar el arancel externo común para autos y partes (hoy es del 35%) nada menos que un 10% en un plazo de 4 años. El esquema pergeñado que traerá Bolsonaro en su visita al presidente Mauricio Macri es: reducción del 1% en 2020; 2% en 2021; 3% en 2022; y 4% en el 2023.
Por si fuera poco, " Brasil también quiere bajar el AEC para azúcar", apuntaron fuentes oficiales. Y en otros sectores, la intención también es reducir el arancel a la mitad. Aunque el arancel externo es precisamente común al Mercosur, en el rubro automotriz se da una especial situación donde todo se resolverá bilateralmente.
Para la Unión Industrial Argentina ( UIA) y las terminales nucleadas en ADEFA, lo deseable es mantener el "flex" con Brasil por un plazo extendido, es decir la fórmula que regula importaciones y exportaciones. Pero Bolsonaro y su ministro de Economía, Paulo Guedes, no lo aceptan.
Desde el gobierno de Jair Bolsonaro relataron que la agenda de la visita incluye también la flexibilización del Mercosur, para que cada nación pueda firmar acuerdos comerciales con otros bloques o países sin depender de sus socios. Esto podría significar el fin del bloque, de acuerdo a cómo se desenvuelva el conflicto y los intereses en danza, que serán debatidos en la cumbre prevista para el mes de julio, en Santa Fe.
Los cuatro países del Mercosur, es decir también Uruguay y Paraguay, comparten la visión de que se debe hacer uso de las excepciones al arancel externo, lo que técnicamente significa que cada país puede bajar una determinada cantidad de aranceles en forma unilateral. Lo que queda bajo la lupa en este caso y podría significar un riesgo, es si no existe un consenso entre los socios sobre el uso de estas excepciones: Brasil -por ejemplo- puede afectar el desarrollo de un sector industrial argentino.
Desde entidades industriales consideran que la baja de los aranceles traerá más importaciones y mayor recesión, para un sector manufacturero global que trabaja a una capacidad instalada del 50 por ciento, con extremos como el sector automotriz (por debajo del 30 por ciento) y el textil, apenas por arriba de ese porcentaje.
Fuente: Diario BAE