LABORAL

Caló minimizó iniciativa de gremialistas de negociar paritarias cada tres o seis meses

El jefe de la CGT oficialista Antonio Caló descartó rotundamente que el Gobierno nacional haya evaluado la posibilidad de suspender las paritarias y minimizó la iniciativa de otros gremialistas de negociar paritarias cada tres o seis mes o hasta tres veces al año. "Con (Raúl) Alfonsín discutíamos salarios cada 15 días y no sirvió para nada, la inflación nos comía lo mismo", sostuvo.

"Hace un mes atrás hablaban de que el Gobierno no iba a permitir aumentos de más del 18 por ciento, y eso desapareció en un mes. Esto hay que hacerlo día a día. Mañana veremos lo que pasa, pasado veremos qué pasa y cuando lleguen las paritarias o antes, nos sentaremos a conversar y veremos el bien común para todos", consideró el titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).

En esa línea, negó que desde Casa Rosada hayan mencionado la idea de quitar las discusiones colectivas de trabajo. "No. Tuve reuniones seguidas, que a veces trascienden, a veces no, y en ningún momento se habló de eso", respondió tajante ante esa consulta.

En declaraciones a Radio Mitre, Caló se quejó de los aumentos de precios. "A la gente lo que está ganando no le alcanza para comer. Mis trabajadores ganan 6.000 pesos promedio, con descuentos le quedan 5.000. Hoy con 130 o 150 pesos por día no comés. Si un kilo de durazno vale 52 pesos, un kilo de pan 20, un kilo de yerba 28, una (docena) factura 25 y una hora de trabajo de un metalúrgico cuesta 30 pesos", comparó el dirigente gremial.

El metalúrgico aseguró que "de la Presidenta para abajo, estamos todos preocupados" por la actual situación económica, pero reclamó no fomentar la "crispación" en momentos de tensión. "No soy economista, eso lo dejo para los compañeros que han estudiado. Yo tengo sentido común", señaló.

"Hay que tratar de alivianar las tensiones y la crispación, la gente está enojada. Yo también estoy enojado, preocupado. De sentido común, sobre todas las cosas somos ciudadanos, tenemos familia, responsabilidades, tenemos que tratar de calmar las aguas, que esto salga bien, no le conviene a nadie que esto salga mal", consideró.

"Hay un problema y lo tenemos que corregir entre todos", propuso y rechazó "tirar piedras de afuera", en referencia a las filosas críticas opositoras por los medios de comunicación. "Los problemas se los digo a los funcionarios, no los hago públicos. El otro día les dije que la gente estaba cansada de que le hablen de que se viene el mundo abajo, de que esto se derrumba, que va a llover, que va a hacer 40 grados", afirmó y reiteró: "La gente está cansada, lo veo por la calle".

En ese marco, exhortó a los medios de prensa a "colaborar" y que "cada uno aporte su granito de arena y no hacer terrorismo por que la gente se asusta". "Los que tenemos responsabilidad social tenemos que tratar de tranquilizar y que la gente no esté asustada, este es un país rico, poderoso", completó.

"Tuvimos la épica de los 70, a Isabel (Martínez de Perón), los militares, el 1200% de inflación de (Raúl) Alfonsín, ahí discutíamos salarios cada 15 días y no sirvió para nada, la inflación nos comía lo mismo, y la época de (Carlos) Menem, donde nos quedamos sin trabajo. Los metalúrgicos teníamos 300.000 personas y nos quedamos con 50.000, y ahora tenemos 250.000", remarcó.

Mecánicos

En tanto, el secretario general de Smata, Ricardo Pignanelli, afirmó que "acá lo que quieren es adelantar las elecciones del 2015 y entrar en una crisis política", al referirse a los sectores especulativos. "Hay que cuidar el trabajo y explicarles todo esto a los chicos que no vivieron las crisis del 75´, 81´, 89´y 2001", señaló el jefe del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), en diálogo con Radio 10. En ese sentido, Pignanelli dijo: "Que en 2016 gobierne el que el pueblo diga, pero no seamos giles".

En referencia aquellos sectores que no trabajaron en el reemplazo de insumos extranjeros por nacionales, señaló que "hasta hace un mes estaban todos llorando porque no podían competir con Brasil. Ahora van a poder competir con Brasil. Pero nace otro problema, que es que muchos no hicieron los deberes".

En este marco, el líder de SMATA manifestó que "los gremialistas tenemos que hacer un análisis profundo porque sino podemos perjudicar al país y a los compañeros", ya que "la peor flexibilización y la peor caída del salario es cuando se cae el trabajo".

"Yo me acuerdo bien del 75, me acuerdo bien del 81´, del 89´, del 2000. Hoy en las fábricas tenemos una generación nueva (...) yo en el 98´ tenía 75 mil afiliados, ahora tengo 100 mil y el promedio de edad es de 20 y 28, son pibes, hay que explicarles todo esto a los chicos", explicó.

Fuente: Ámbito.com