Como influirá la nueva presidencia de EE.UU. sobre la economía argentina

Tradicionalmente proteccionistas, los demócratas siempre asustaron a los exportadores argentinos y del resto del Sur del mundo con cerrar más sus fronteras y subsidiar más a sus productores agrícolas e industriales. Barack Obama no es la excepción, pero corre con la ventaja de que los empresarios locales ya descontaban que las ventas a Estados Unidos se desplomarán inexorablemente por la crisis que atraviesa. Además, según los especialistas, su plan para atenuar la recesión norteamericana tendrá más éxito que el que proponía su rival John McCain. Por eso, su triunfo fue bien recibido ayer en el mundillo de los negocios y entre los operadores del comercio exterior.

En el equipo de negociadores comerciales de la Cancillería, también respiraron aliviados. “Es evidente que Obama mostró en la campaña una voluntad de diálogo mucho mayor que la de Bush en estos años. Y lo que hace falta en esta etapa complicada que se viene es justamente más diálogo”, dijeron a este diario desde el Palacio San Martín.

Estados Unidos compra a la Argentina la mitad que Europa y menos de la mitad que Brasil. Junto con Canadá y México, acapara sólo el 10% de las exportaciones. En lo que va de 2008, el bloque del NAFTA importó productos argentinos por 5.242 millones de dólares y vendió hacia acá otros bienes por 6.749 millones. El saldo fue un déficit de 1.507 millones.

Su importancia para el país, de todos modos, es mayor que la que sugiere esa exigua balanza comercial. Compra bienes industriales, biodiésel, maní, limón, miel y otros alimentos. Pero, además, su economía es la primera del mundo y explica una quinta parte del producto mundial. Sus vaivenes son replicados casi al instante por gran parte de América Latina, donde los exportadores argentinos tienen su principal clientela. (CRÍTICA DIGITAL)