Creció 50% cantidad de empresas que requieren salvataje estatal

Con el retorno de las medidas de aislamiento ante la llegada de la segunda ola, aumentó un 50% la cantidad de empresas que requiere del salvataje estatal para sobrevivir. Así se refleja en la cantidad de firmas inscriptas para poder acceder al programa Repro II, mediante el cual el Estado paga una parte de los salarios de trabajadores del sector privado. Pese a la ampliación del programa, la actualización de los montos y la eximición de contribuciones patronales, los empresarios de sectores críticos añoran el ATP y reclaman por su vuelta, pero se topan con las restricciones económicas de la caja de asistencia covid.

En abril se inscribieron al Repro 23 mil empresas con 670 mil empleados. Dos meses atrás, en febrero, habían sido 15 mil firmas las inscriptas, con 550 mil empleados, según fuentes oficiales, lo que implica un 53% de aumento. Lo que ocurrió es que los primeros días de abril volvieron las restricciones, con cierres en algunas actividades y límites a la circulación.

En el presupuesto, el programa Repro tiene un monto asignado de $23.400 millones para todo el año. Si bien ya fue ampliado en una oportunidad, desde la consultora Aerarium estiman que deberá volver a ampliarse, dado que en el primer trimestre ya se utilizó el 60% de los fondos. Sólo en abril del año pasado, el Estado desembolsó por el ATP, programa similar al Repro, $48 mil millones, más del doble de todo lo proyectado de gasto para este año. Los datos oficiales del Ministerio de Trabajo indican que en enero y febrero de este año el Repro asistió a 10 mil empresas, con un desembolso de $4200 millones mensuales en promedio. En marzo, la asistencia había caída a 8000 empresas, con bajas en asistencia a construcción e industria.

Pese a que el Repro fue ampliado con la vuelta de la cuarentena, no tiene la cobertura del año pasado. En abril del 2020, se había asistido a 235 mil empresas, donde se desempeñan 2,2 millones de personas. La explicación de Casa Rosada es que las medidas de aislamiento son bien distintas. El año pasado, en abril sólo estaba habilitado ir al supermercado y a la farmacia, mientras que este año, la mayor parte de la actividad se mantiene abierta.

Los dos sectores con mayor asistencia al Repro fueron alojamiento y servicios de comida (27% del total) y salud y servicios sociales (15%). Empresarios consultados aseguraron que el Repro es fundamental, pero que necesitan que se amplíe. El ATP, con similar funcionamiento al Repro, pagaba a los trabajadores el 50% del sueldo, con un tope de $33.000. El tope del Repro, aunque fue ampliado, llega hasta $18.000.

“Con $18 mil no se cubre ni la mitad de un sueldo”, aseguró Graciela Fresno, presidente de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica (Fehgra). Pero más que el monto, lo que más les preocupa a los empresarios es la forma de acceder. “El Repro podría llegar a muchas más empresas. Pero cuesta entrar. El ATP era directo, entrabas a la AFIP, ponías las ventas y listo. El Repro te pide casi los datos de un balance, necesitas un contador, y hay miles de pymes manejadas por sus dueños que no llegan a cumplir con los plazos y la información, y se quedan afuera”, describió. Según un relevamiento propio del sector, al ATP habían ingresado 20 mil empresas y al Repro no llegan a 4000.

De todos modos, Fresno indicó que el diálogo es fluido con el Gobierno y lograron ser escuchados en sus reclamos. “Entienden la gravedad de la situación y su decisión es ayudar, el tema es hasta dónde les dan los números”, aseguró la dirigente. Producto de esos diálogos, el Gobierno amplió el Repro, primero al subir el tope del pago de los salarios y luego con la eximición de cargas patronales hasta diciembre.

También el sector salud reclama subir el monto de pago a más de $18 mil por trabajador. “Sería conveniente actualizarlo”, afirmó José Sánchez, miembro de la Unión Argentina de Salud (Uas). La salud es el segundo sector que más acceso tuvo al Repro. Según contó, el 90% de las empresas de medicina que se presentan logran ingresar, debido al “diálogo fluido” con la Superintendencia de Servicios de Salud.

Fuente: Ambito.com