ECONOMÍA

Cumbre Agrícola del G-20: Domínguez pidió producir más alimentos para bajar precios

El ministro de Agricultura remarcó que mientras la Argentina duplicará su producción en diez años, los demás países lo harán recién en 40. El sector privado apoyó esta posición y reclamó una mayor transparencia financiera.

En Estambul, capital de Turquía, donde participa de un seminario del Grupo de los 20 (G-20) que estudia cómo evitar la volatilidad en el precio de los productos agrícolas, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, desafió a sus pares de los países más adelantados económicamente, a quienes señaló que mientras la Argentina va a “incrementar en diez años su producción de alimentos”, el resto de los países lo va a hacer en esa proporción recién “en los próximos 40 años”.

Domínguez, que llegó por la tarde de ayer a Estambul, dijo que “el principal riesgo en la economía global hoy, no pasa por los aumentos de los precios de los commodities, ni por el sobrecalentamiento de las economías emergentes. El problema es la caída del producto global y la posibilidad cada vez más concreta de un largo período de crecimiento estancado en los países desarrollados.”

De esta manera, el ministro marcó el terreno en el que se van a mover los argumentos en el día de hoy, cuando se vean las caras los ministros de Agricultura del G-20. Como informó ayer Tiempo Argentino, si para Brasil y la Argentina el problema de los precios agrícolas está vinculado a una producción que no da abasto, para otras naciones de este club la cosa pasa por limitar los precios por diversas medidas regulatorias.

En ese cuadro, Domínguez remarcó que “la clave es producir más, y esto se logra mediante la investigación en biotecnología y genética para optimizar la productividad. No coinciden los discursos que inmovilizan la investigación y el desarrollo mientras millones de hermanos se mueren de hambre.” Además, reiteró que “la pobreza y la injusta distribución de la riqueza es la causa del hambre en el mundo; no el aumento (del precio) de los commodities”. Por su parte, representantes del sector privado coincidieron con Domínguez en la necesidad de incrementar la oferta de materias primas y eliminar las distorsiones en el mercado, para mitigar el problema de la volatilidad de los precios de los commodities.

En el encuentro del B-20, como se conoce al sector privado vinculado al G-20, los empresarios señalaron que el problema no está en la falta de regulación del mercado financiero, aunque algunos reconocieron que se producen “abusos” que se pueden evitar con “mayor transparencia”. “Lo que se está discutiendo aquí cuando se habla del problema de la volatilidad es qué se puede hacer para que no haya distorsiones en el precio real de las materias primas”, dijo Franco Comparato, director de Corporación América, el grupo del empresario argentino Eduardo Eurnekian, que participó del debate. El análisis que hizo el empresariado internacional es que la volatilidad de los precios de los commodities se debe al “desbalance” entre la oferta –poco flexible de las materias primas– y la demanda mundial, impulsada por China e India.

Comparato remarcó que existe otro factor, que es la “distorsión monetaria por la emisión desenfrenada de los países desarrollados, los Estados Unidos y la Unión Europea, y los que consumen, China, que estancan sus monedas. Si al valor de los commodities en dólares le sumas la distorsión del exceso de dólares, tenés un efecto duplicado de la volatilidad”, apuntó.

Fuente: Tiempo Argentino