SEGURIDAD VIAL

Desde mañana le sacan el auto al que maneje alcoholizado

A partir de mañana una grúa se llevará los autos de los conductores que den positivo en el control de alcoholemia. El acarreo será gratuito y los autos, que serán trasladados a una playa ubicada en el barrio de Barracas, podrán retirarse al día siguiente. De esta manera el Gobierno porteño busca intensificar los controles y bajar el aumento del riesgo de accidentes

La medida también estuvo impulsada por familiares de las víctimas de la tragedia ocurrida en Santa Fe dos años atrás, cuando murieron nueve chicos y una docente de la escuela Ecos.

Hasta ahora, cuando un control da positivo se permite que el auto lo siga manejando otra persona o se espera un rato en el lugar, hasta que al conductor le baje el nivel de alcohol en sangre. Pero desde mañana la Policía Federal -que seguirá a cargo de los controles, junto al Cuerpo de Tránsito de la Ciudad- tendrá que informar a un fiscal porteño de turno para que éste ordene el secuestro inmediato del auto. La instrucción fue firmada la semana pasada por el fiscal general porteño, Germán Garavano, quien consideró "alarmante" los índices de accidentes registrados durante 2007.

El Gobierno porteño empleará cinco grúas propias para acarrear los autos y con ellas cubrirán los 570 puestos de control que actualmente funcionan en diferentes avenidas de la Ciudad. De acuerdo con la instrucción firmada por Garavano, los autos serán trasladados a la playa de la Dirección General de Seguridad Vial, ubicada en Aráoz de Lamadrid 1750, en Barracas. Y podrán ser retirados todos los días: de lunes a sábados de 9 a 17 y los domingos de 9 a 13.

Garavano además consideró que el secuestro de los autos agilizará los controles, que muchas veces se ven interrumpidos por la necesidad de retener en el lugar a los conductores alcoholizados.

"Los primeros controles largarán este jueves a las 19 y durarán hasta las 6 del viernes", informaron fuentes de la Dirección de Seguridad Vial. Para determinar el grado de alcoholemia -que no debe superar los 0,5 grados de alcohol por litro de sangre- los controles se realizan con un aparato electrónico en los que los conductores deben soplar a través de una pipeta descartable. El Código Contravencional castiga a quien maneje en "estado de ebriedad" con una multa de entre 200 y 2.000 pesos o arrestro por entre uno o diez días. (CLARÍN)