Diputados franceses adoptan riguroso presupuesto para 2012

En momentos en que la crisis de la zona euro golpea a las puertas de Francia, los diputados galos adoptaron hoy un riguroso presupuesto para 2012 que incluye duras medidas de ajuste elogiadas por la derecha gobernante pero tajantemente rechazadas por la izquierda.

El presupuesto, que fue aprobado por 315 votos contra 198 y que mañana pasa al Senado, fue calificado de "histórico" por la vocera del gobierno y ministra de Presupuesto del presidente Nicolas Sarkozy, quien busca salvar la preciada calificación AAA de la deuda francesa y elevar sus chances de reelección el año próximo.

"Le pedimos a los franceses esfuerzos que nunca habíamos encarado. Necesitamos desendeudarnos", dijo sin ambigüedades la vocera y ministra, Valérie Pécresse.

El nuevo presupuesto prevé, entre otras medidas, recortes por 500 millones de euros en organismos públicos y ministerios, con el objetivo final de equilibrar el déficit público en 2016.

Esperamos "4,5% de déficit en 2012, 3% en 2013 y 0% en 2016", reiteró Pécresse, quien subrayó la necesidad de Francia de contener su creciente deuda publica.

"Ningún gobierno en la historia tomó medidas tan valientes como éstas que se acaban de votar”, afirmo el ministro de Economía Francois Bairon al diario de economía Les Echos.

No obstante, desde la oposición, el Partido Socialista (PS) no cesa de señalar la "fragilidad" del rumbo económico gubernamental, según denunció el diputado Pierre-Alan Muet.

"Es un presupuesto obsoleto, uno de los sucesivos planes que pretenden ajustarse a una situación que ya no maneja el gobierno" aplicando una austeridad ciega, injusta y masiva", lanzó Muet ante los periodistas parlamentarios.

Luego de un primer plan de ajuste presentado el 24 de agosto, el primer ministro Francois Fillon presentó la semana pasada un segundo ajuste para mantener la preciada nota triple A de la deuda francesa.

Las nuevas medidas serán incluidas como una rectificación del presupuesto y deberán ser examinadas nuevamente por los Diputados en una sesión abierta el 5 de diciembre.

El nuevo ajuste amenaza con convertir las sesiones parlamentarias para aprobar el presupuesto en una verdadera maratón, especialmente porque el debate se encuentra lejos de haber terminado y porque el PS posee mayoría absoluta en el Senado y a seis meses de las elecciones presidenciales promete hacer valer su peso en la Cámara baja.

En el análisis previo a las sesiones de estudio que comienzan mañana, los senadores del PS ya implementaron una treintena de enmiendas en el presupuesto 2012.

Por su parte, Pécresse desmintió hoy que el Ejecutivo se encuentre planeando un tercer plan de ajuste.

"Esos rumores son totalmente infundados. Son rumores que vienen desde la oposición y creo que la oposición no juega a favor de Francia", aseguró Pécresse a la radio Europe 1.

La funcionaria hizo sus comentarios luego de una reunión ministerial para tratar el nuevo plan de ajuste presentado por el gobierno el 7 de noviembre, y que los Diputados deberán tratar el 28 de noviembre para incluir en el presupuesto adoptado esta tarde.

Otras medidas para recaudar 1.000 millones de euros e incrementar las alicaídas arcas publicas galas son las siguientes: la creación de un impuesto a las bebidas gaseosas, la imposición excepcional del 3% para los ingresos anuales entre 250.000 y 500.000 euros y el recorte de ciertos nichos fiscales.

En un primer momento el presupuesto estaba basado sobre un crecimiento del 1,75%, pero finalmente se corrigió por el 1% porque "es la tasa de crecimiento de nuestro vecino alemán”, recordó Pécressé.

La ministra remarcó que "el FMI nos da una tasa de crecimiento para el 2012 de 1,4% y la Unión Europea de 0,6%, (así que) un punto de equilibrio entre los dos es el 1%, que es creíble y voluntarista", añadió.

En medio de la peor crisis de la zona euro, Francia debe hacer frente a la enorme exposición de sus bancos a las deudas soberanas de otros países en dificultades y con el riesgo latente de ingresar en recesión.

Con los ajustes, el país pretende enderezar su economía para no seguir el camino de Grecia, España, Italia, Portugal e Irlanda, que o necesitaron ser rescatados por la UE o podrían verse obligados a serlo.

El principal problema para Francia es lograr apoyo para frenar la estrepitosa caída de sus bonos de deuda frente a los de Alemania, la referencia económica europea.

Hoy, el Banco Central Europeo (BCE) debió intervenir activamente para detener la caída de la deuda francesa, cuya diferencia con la alemana se sitúa alrededor de los 200 puntos de base, un hecho inédito desde comienzo de la década de 1990.