Economía apuesta a una gran colocación de deuda en pesos para contener la emisión

Martín Guzmán y su equipo financiero apuestan a realizar hoy una importante colocación de deuda en pesos que ayude a moderar las tensiones cambiarias en momentos de definición de la negociación con el Fondo Monetario Internacional. Fuentes oficiales le dijeron a Ámbito que el objetivo es renovar los vencimientos de fin de mes, que rondan los $240.000 millones, y cerrar enero con un colchón de financiamiento neto que ayude a no tener que pedirle más asistencia monetaria al Banco Central en días de presión sobre el dólar.

La Secretaría de Finanzas, que encabezan Rafael Brigo y Ramiro Tosi, hará su segunda licitación de enero. Será la primera del año en implicar un monto desafiante. Los funcionarios anunciaron que saldrán a buscar al menos $240.000 millones para renovar los pagos de fin de enero: $213.262 millones de una letra a descuento (Ledes), $26.688 millones de una Lelite (letra de muy corto plazo para fondos comunes de inversión) y unos $1.400 millones de intereses del Boncer T2X4, según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso.

Con todo, el monto a colocar es ampliable en caso de que haya más demanda del mercado. Cualquier cifra que se coloque por encima del objetivo irá a ampliar la cuenta del endeudamiento neto mensual, que al cabo de la subasta previa (realizada el 12 y el 13 de enero) acumula $72.063 millones.

Enero es un mes habitualmente menos exigente en materia fiscal. Por eso, de terminar con un importante colchón de fondeo neto, Guzmán podría eximirse de apelar a la emisión monetaria. Busca evitar que más pesos vayan a presionar al dólar. Es un momento de fuertes presiones al compás de las novedades sobre la negociación con el FMI, que ahora estaría cerca de un acuerdo según deslizan algunos despachos oficiales. Hasta el 21 de enero no se registraban giros desde la entidad que preside Miguel Pesce al Tesoro.

La preocupación radica en que los movimientos de cobertura que realiza el mercado, mientras el Gobierno busca que el Fondo afloje en sus pretensiones de ajuste, ocurre en un momento delicado. Por un lado, las reservas netas se ubican en un nivel muy bajo y la estacionalidad augura un ingreso acotado de dólares hasta marzo. Es por eso que ahora el Gobierno negocia una ampliación por más de u$s3.000 millones del swap de monedas con el Banco Popular de China para fortalecer las tenencias internacionales, tal como le anticipó a Ámbito una alta fuente oficial.

Por otro lado, en enero y febrero, también por motivos estacionales, se revierte la suba de la demanda de pesos que habitualmente ocurre en diciembre. Esto contribuye a que el dinero inyectado en la economía en el último mes del año incremente la demanda de dólares. Ante eso, el BCRA sostiene su política de esterilización de liquidez a través de la colocación de Leliq, cuya tasa subió 2 puntos a comienzos de 2022. Al mismo tiempo, mediante una baja de sus rendimientos, impulsa un desarme de los Pases a siete días (otro de los instrumentos de regulación monetaria), que en parte podría ayudar a que los bancos vuelquen una parte de sus tenencias a títulos del Tesoro y a que mejore la performance de las próximas licitaciones. Además, la reducción del financiamiento monetario del fisco es una de las grandes exigencias de los técnicos de Washington.

Detalles de la licitación Finanzas pondrá hoy sobre la mesa siete instrumentos. Habrá dos Lelites: una con vencimiento el 14 de febrero y otra, el 2 de marzo. Sólo podrán suscribirlas los FCI y pagarán, respectivamente, una tasa prefijada del 35,35% y el 37,25% nominal anual. El resto de los títulos estará disponible para todos los inversores.

Ofrecerá tres Ledes. Por un lado, se reabrirá la que expira el 31 de marzo, que no contará con indicación de precio y su tasa se definirá en la colocación. Por otro, lanzará dos letras nuevas: una al 30 de junio y otra al 29 de julio, que saldrán con un rendimiento máximo del 43,87% y del 45,22%. Esta última tiene una duración similar a las nuevas Leliq a 183 días y paga 1,2 puntos más que la letra del central, un premio que en algunos operadores del mercado consideraron insuficiente que los bancos migren a títulos del Tesoro.

También habrá una nueva Lecer a enero de 2023, una letra atada a la inflación con la que Economía apuntará a patear vencimientos hacia el próximo año y empezar a despejar el programa financiero de 2022 desde el vamos. En ese caso, el tope de tasa real es del 0,15%, mientras otros activos de la curva CER a similares duraciones operan en terreno negativo ante la búsqueda de cobertura de los inversores. “La nueva Lecer luce atractiva dado que capturaría la inflación de 2022, que estimamos será más elevada que la de 2021”, señalaron desde el Grupo SBS. Por último, Finanzas reabrirá el Boncer T2X4, que también está indexado a la inflación.

La operación será desafiante no sólo por su monto, sino también por la tensión financiera de las últimas ruedas. Al respecto, una fuente de Economía señaló: “Esperemos que el diseño de los instrumentos sea atractivo para el mercado y seguir en la dinámica positiva que traemos, a pesar del complejo contexto interno y exterior de estos días”.

Fuente: Ambito.com