El Banco Galicia adquirió las operaciones de AIG en Argentina

Tras largos años de verse obligado a seguir desde afuera el traspaso en favor de capitales nacionales que sucedió a la crisis de 2001, el Banco Galicia pudo tomarse ayer lo que bien podría catalogarse como una revancha: se quedó con los negocios que el gigante American International Group (AIG) tenía en el país, después de una puja en la que logró desplazar a competidores locales que ganaron protagonismo en el negocio financiero argentino en los últimos años.

La paradoja es que, para recuperar posiciones en la plaza local, tomó ventaja de la crisis financiera internacional que contó al gigante asegurador y financiero americano, que aquí era dueño de la Compañía Financiera Argentina (CFA), como una de sus víctimas principales.

No en vano AIG no sólo selló esta semana su salida de la Argentina, sino que en las próximas horas se conocerá que también se desprende de sus operaciones en Colombia, México, Brasil y Rusia, en el marco de los compromisos que debió asumir ante las autoridades de Estados Unidos para rehacerse de capitales, tras recibir a fin de 2008 un jugoso aporte de ese Tesoro (US$ 170.000 millones) para seguir funcionando.

Los términos del acuerdo fueron difundidos ayer en Buenos Aires y Washington, mediante comunicados a las respectivas bolsas. Por esa vía se supo que AIG había acordado vender al Banco Galicia (80%) e inversionistas liderados por el fondo Pegasus (20%) las tres empresas que posee en la Argentina: la CFA (más conocida por su marca Efectivo Sí), Cobranzas & Servicios y Universal Processing Center.

La compra, pactada en $ 166,5 millones (convertibles a dólares al momento en que reciba la aprobación de las autoridades de ambos países), le permite al Galicia pisar fuerte en el negocio de las financiaciones al consumo (tendría una cuota de mercado superior al 12%), donde ya tiene marcada presencia por sus tarjetas controladas: Naranja (con base en Córdoba), Nevada (Mendoza) y Mira (Mar del Plata).

No sólo suma 800.000 clientes de crédito y 200.000 plásticos a su cartera, sino que también se mete de lleno en la pelea por este negocio en la zona metropolitana y bonaerense, ya que Efectivo Sí tiene más de dos tercios de su estructura comercial (de 93 sucursales) en esta región.

Además, con la compra el Galicia logra una fuerte capitalización (absorbe un patrimonio de $ 816 millones) e ingresa en el apetecible negocio del crédito que se repaga por el descuento de la nómina salarial (C&S tiene sólidos acuerdos con mutuales del personal de las fuerzas de seguridad) y la financiación a minoristas a través de la operatoria Cuota Sí, con la que CFA financia las ventas de 3900 comercios en el país.

"Con esta adquisición, Banco Galicia consolida su estrategia de expansión dentro del segmento de préstamos a individuos con ingresos medios o bajos, comercios y pequeñas empresas, y renueva su apuesta por el progreso económico argentino, como lo viene haciendo desde su fundación, en 1905", dijo satisfecho el vocero de la entidad, Diego Videla.

La operación muestra que los lazos nacidos de su trato con el fondo Pegasus (al que el Galicia le había transferido la propiedad de las heladerías Freddo, que heredó como parte de pago de la deuda que el malogrado The Exxel Group tenía con él) gozan de buena salud.

Pegasus, creado por Mario Quintana (ex Farmacity), Woods Staton (McDonald´s) y el empresario Michael Chu, no sólo fue uno de los más activos tras la salida de la convertibilidad, sino que ya tenía un antecedente financiero: en 2006 había comprado el Grupo Unión, de Santa Fe, especializado en dar préstamos a personas no bancarizadas. (LA NACIÓN)