El oficialismo apunta contra los desestabilizadores pero no plantea la rerreelección

Definido como “un segundo nacimiento” de La Cámpora, el acto del sábado en Argentinos Juniors dejó instalado el desafío de Máximo Kirchner a la oposición de aceptar una reforma constitucional y enfrentar en las urnas a la presidenta Cristina Fernández, a la vez que profundizó las presunciones del oficialismo acerca de movidas destituyentes puestas en marcha por el gremialismo opositor.

“Si están tan interesados en terminar con el kirchnerismo, por qué no compiten con Cristina, le ganan y ‘sanseacabó’. Volveremos a la calle a hacer lo que tenemos que hacer, que es reconstruir el país”, sostuvo el hijo de la jefa de Estado en el pasaje más festejado de su presentación en sociedad como orador.

Ayer, desde el oficialismo respaldaron su mensaje aunque hicieron hincapié en el rol de Cristina como cabeza del espacio a futuro sin hacer mención a la alternativa reeleccionista. El presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, aseguró que “Cristina es la arquitecta del puente hacia el futuro”, y sostuvo que “hay muchos adentro y afuera que no quieren que Cristina conduzca los tiempos de la Argentina”.

Al participar en los festejos por el 149° aniversario de la ciudad de Rawson, junto al gobernador Martín Buzzi, Domínguez afirmó que en el acto del sábado “tuvimos la certeza de que para los tiempos por venir, el peronismo tiene hombres y mujeres que van a hacer suyos los sueños que aún nos quedan por concretar, y en especial los jóvenes, que tienen esa cualidad única de mantener intacta la capacidad de enamorarse”.

El ministro de Economía, Axel Kicillof, sostuvo que contrastó la “alegría” de la jornada con “con el clima social que algunos quieren establecer”, en relación a las declaraciones de dirigentes sindicales y políticos que durante los últimos días mencionaron posibles estallidos sociales.

También opinó que la intervención que cerró la jornada y que fue pronunciada por Kirchner “fue políticamente esclarecedora” y resaltó que el santacruceño “dejó en claro que hay proyecto, que hay movimiento”.

“Máximo es parte de la conducción y su rol en la política está muy bien definido”, expresó Kicillof y rechazó la “campaña de demonización y los ataque permanentes” contra el dirigente, pero también contra La Cámpora en general.

En el palco de Argentinos Juniors, Máximo cuestionó a aquellos “dirigentes sindicales devenidos en empresarios” que “agotada su representación política en la sociedad, vuelven a apostar a la violencia y al miedo”.

Fuente: Diario BAE