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El presidente francés desestimó dar marcha atrás con la reforma del sistema de pensiones

A pesar de las masivas protestas en todo el país, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, descartó hoy la posibilidad de dar marcha atrás con la reforma del sistema de pensiones que impulsa su gobierno.

"De ninguna forma nos echaremos hacia atrás a estas alturas", dijo Sarkozy a sus ministros durante una reunión de gabinete, según difundió la oficina presidencial en un comunicado.

Sarkozy ya hizo algunas concesiones en el contenido de la ley que prevé extender la edad de jubilación de 60 a 62 años para 2018, como en los casos de personas que empezaron a trabajar siendo menores de edad o los que desempeñan labores extenuantes o perjudiciales para la salud. Pero insiste en que la reforma del sistema público de pensiones es el proyecto más importante de sus cinco años de mandato.

Elevar la edad de jubilación es la mejor solución para hacer frente al agujero financiero en la caja de la seguridad social causado por el constante aumento de la expectativa de vida en el mundo desarrollado, y es "la que también han adoptado otros países", dijo Sarkozy.

Según la agencia dpa, la expectativa de vida en Francia es actualmente 15 años más alta que en 1950, puso como ejemplo. El objetivo del gobierno, insistió el presidente, es asegurar las pensiones de los franceses y sus hijos.

Las declaraciones se producen un día después de que una huelga masiva perturbara gravemente el transporte y la jornada escolar en todo el país. Los sindicatos aseguran que 2,5 millones de personas se manifestaron en más de 200 ciudades para rechazar la reforma. La policía estimó en cambio que fueron 1,1 millones.

El jefe del sindicato Force Ouvriere, Jean-Claude Mailly, advirtió hoy que los gremios analizan convocar a un nuevo día de protestas si Sarkozy no retira el proyecto. Los líderes sindicalistas se reunirán esta tarde para tomar una decisión al respecto.

(Telam)