Evalúan que la crisis migratoria en Europa se extenderá por una generación
El flujo masivo de refugiados y migrantes económicos de Oriente Próximo y África supone un desafío con el que Europa tendrá que lidiar durante muchos años en el futuro, advirtió el ministro del Exterior italiano, Paolo Gentiloni.
“Quienes hablan hoy de soluciones fáciles podrán tener éxito propagandístico a corto plazo, pero creo que los ciudadanos son lo suficientemente adultos y maduros como para entender que esto será un fenómeno que durará una generación”, advirtió.
“Es una ilusión creer que puede desaparecer. El fenómeno migratorio existe y Europa tendrá que afrontarlo unida”, consideró Gentiloni.
La crisis migratoria creó profundas brechas dentro de la Unión Europea (UE) en los últimos meses y sus miembros están enfrentados sobre el alcance de la acogida de los migrantes y su redistribución dentro del bloque.
La UE acordó finalmente un plan de reparto en septiembre que contemplaba la reubicación de 160.000 refugiados desde Italia y Grecia hacia otros países del bloque, así como políticas de repatriación más duras contra los migrantes económicos.
Gentiloni reconoció la lentitud con la que se están aplicando esos planes, ya que hasta ahora menos de 100 refugiados fueron trasladados desde Italia y ninguno desde Grecia.
El jefe de la diplomacia italiana considera que al menos que se levanten gradualmente las normas que limitan los movimientos de los migrantes a través de la UE –conocidas como regulaciones de Dublín– la libre circulación sin pasaporte dentro del espacio Schengen no puede tener un futuro a largo plazo.
“Respetamos las normas. Pero cuanto más tiempo esperemos para ir más allá de Dublín, más riesgo corremos de que fracase Schengen”, señaló.
De cara a la cumbre UE-África sobre migración que se celebrará en Malta los próximos 10 y 11 de noviembre, Gentiloni manifestó que los europeos “pondrán sobre la mesa más de 2.000 millones” de euros en ayudas destinadas a combatir la pobreza y otras causas que originan migraciones.
“Por supuesto que va a llevar mucho tiempo”, dijo Gentiloni, recordando que a Italia le costó entre diez y quince años frenar el flujo de migrantes desde los Balcanes occidentales, y agregó: “La conferencia de Malta es un peldaño en un proceso que durará años”.
Gentiloni respaldó también los esfuerzos de la UE en ayudar a Turquía para afrontar la crisis migratoria y apoyó la idea de que Ankara obtenga como contrapartida concesiones de visado y avances en las conversaciones de adhesión a la UE.
Pero al mismo tiempo advirtió que Ankara no puede “cerrar y abrir el grifo migratorio” siguiendo las órdenes de la UE.
Grecia se vio inundada por la llegada de migrantes desde Turquía debido a factores que sobrepasan el control de Ankara, como el empeoramiento de la situación en Siria o los recortes de financiación de las organizaciones humanitarias que gestionan los campamentos de refugiados sirios en Jordania y el Líbano.
El drama de los refugiados se está convirtiendo en tragedia a medida en que se acerca el invierno y aumenta la xenofobia en los puntos a los que sueñan llegar.
Según Amnistía Internacional (AI), la falta de voluntad política y las medidas instauradas en 2012 para frenar el paso fronterizo entre Turquía y Grecia “ha obligado a los refugiados y migrantes a elegir la ruta más peligrosa”.
“¿Cuántos ahogados y niños muertos son necesarios para activar los ‘valores europeos’?”, se preguntó el director de AI en Grecia, Yorgos Kosmopulos.
En las últimas 72 horas, 86 personas, incluidos niños, desaparecieron en siete naufragios en los alrededores de las islas de Lesbos, Samos, Kalymnos y Rodas.
Al mismo tiempo, crece la xenofobia en los países de acogida: en Alemania, el gobierno admitió ayer que sigue “con considerable preocupación” el alto número y la creciente violencia física de los ataques xenófobos contra centros de refugiados o contra los propios peticionarios de asilo.
Desafiar el frío y las tormentas en el mar
El número de refugiados e inmigrantes que cruzaron el Mediterráneo en octubre superó la cifra total acumulada hasta septiembre, según alertó la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). En el décimo mes del año, 218.000 personas cruzaron el mar y alcanzaron las costas europeas, cuando hasta septiembre “sólo” lo hicieron 172.000.
Del total de personas que llevaron a cabo la travesía este año, el 65% está conformado por hombres, el 20% por niños y el 15% por mujeres. Asimismo, se registró la muerte de al menos 3.440 personas durante el viaje.
Fuente: Diario BAE