UN CAMBIO QUE AFECTA EL BOLSILLO DE 350.000 ASALARIADOS

Firmarían la suba del aporte salarial para obras sociales

La presidenta Cristina Kirchner firmaría en las próximas horas el decreto que eleva el tope salarial para calcular el descuento de obras sociales y PAMI para los trabajadores.

Luego de varios meses de demora, la medida se formalizaría hoy o, a más tardar el lunes, al publicarse en el Boletín Oficial.

La norma eleva ese límite de 4.800 a 7.256 pesos, equiparándolo con el que rige para el aporte jubilatorio. En julio próximo ese tope volverá a subir y pasará a ser de 7.800 pesos. El decreto autorizará a subir ese tope cada vez que aumente el del descuento jubilatorio que, a su vez, se ajusta con cada incremento de las jubilaciones.

Así se lo dijeron ayer a Clarín fuentes sindicales que participaron de la reunión de la CGT con Cristina el martes pasado. Se estima que esta medida comprenderá a unos 350.000 trabajadores que cobran más de $ 4.800.

Esos trabajadores, aunque ganan más de $ 4.800, hasta ahora tenían un descuento para salud de $ 288 ($ 144 de obra social y $ 144 de PAMI). En adelante, a quienes ganen más de $ 7.256, se les descontarán $ 435,36 (217,68 pesos para la obra social y $ 217,68 para el PAMI).

En total, la recaudación de las obras sociales -incluyendo el PAMI- se vería reforzada en unos 50 millones de pesos por mes. Pero una parte se lo llevan las prepagas que tienen convenios con las entidades sindicales.

Esta suba del tope salarial reduce el ingreso de bolsillo de los trabajadores. Pero en muchos casos el resultado podría ser neutro, o incluso positivo, por las siguientes razones:

El aporte de salud se deduce del Impuesto a las Ganancias. Así, una parte de la suba del aporte se compensa con el menor pago del impuesto.

La mayoría de los empleados de sueldos más altos derivan sus aportes de obra social -y con ellos la contribución del empleador- a una empresa de medicina privada. En muchos casos, esa gente paga una cuota adicional para cubrir el mayor costo del plan prepago. En adelante, esos empleados contarán con un aporte obligatorio de salud más alto y podrán pagar menos de cuota extra, elegir planes médicos más caros o cubrir el reciente aumento de las cuotas de las prepagas.

Así, el resultado final sobre el ingreso de bolsillo dependerá de lo que se pueda reducir de Ganancias y del eventual ahorro de una parte o de toda la cuota extra que se destina a la prepaga.

En las obras sociales sostienen que esa medida es necesaria para asegurar el financiamiento del sector por el incremento de los costos de salud.

Además, dicen que remediaría una situación injusta: un trabajador que gana entre 1.000 y 3.000 pesos aporta el 6% del sueldo. Pero el que gana, por ejemplo, $ 10.000, incluso con el tope salarial de $ 7.800, aportará el equivalente a 4,68% del sueldo. (CLARÍN)