Fitch considera que los controles cambiarios reducen el margen de la política económica
Los nuevos y más estrictos controles del Gobierno en el mercado de cambio pueden "reducir las opciones de política económica efectiva" de la administración nacional, consideró la calificadora de riesgo Fitch.
La agencia consideró que la continuación de "las políticas económicas heterodoxas" son "un creciente riesgo para Argentina, a medida que el gobierno trate de evitar una descontrolada depreciación del tipo de cambio y crecimiento de la inflación". "Desde que la Presidenta Cristina Fernández fue reelegida el 23 de octubre, el gobierno argentino ha introducido políticas más estrictas para la repatriación de los ingresos de exportación de las compañías mineras, petroleras y de seguros", recordó.
Fitch amplió que las tasas de interés "han subido en forma significativa durante las últimas dos semanas, en un intento por parte del Banco Central de detener una rápida caída en las reservas internacionales". La agencia agregó que debido a que la estabilidad cambiaria ha sido el ancla para la economía argentina, es probable que se continúe con "controles cambiarios heterodoxos y cada vez más restrictivos". "La cuenta corriente de Argentina se ha visto deteriorada debido a la menor competitividad de las exportaciones y la mayor cantidad de importaciones -a pesar de los esfuerzos del gobierno por restringirlas- impulsada por el auge en el consumo doméstico" completó y adelantó que espera que "el país reporte su primer déficit en cuenta corriente desde 2001". Fitch diagnosticó que con una perspectiva más débil para el precio de las commodities y el crecimiento económico global, "Argentina enfrenta una situación más compleja en las exportaciones, la cual podría empeorar los desequilibrios externos y acentuar la caída en las reservas internacionales en dólares durante los próximos meses". "Aunque la economía creció a una tasa robusta del 9,5 por ciento anual durante la primera mitad del año, desde el verano pasado han empezado a aparecer señales de debilidad, a medida que las condiciones externas hayan restringido más que facilitado el crecimiento económico del país", apuntó. Fitch dijo que sigue pensando que "un cambio hacia políticas económicas más pragmáticas favorecería las calificaciones de Argentina".
"Sin embargo, las calificaciones siguen estando fuertemente restringidas y podrían verse impactadas negativamente si un ajuste descontrolado en el tipo de cambio o un alza significativo en las expectativas inflacionarias llegase a desestabilizar el ambiente macroeconómico del país", advirtió.