POLÍTICA

Gobierno porteño cambia condiciones para aceptar traspaso de subtes

Otra jornada de caos en el tránsito porteño se repetirá hoy si continúa, como lo anunciaron los activistas, el paro del servicio de subterráneos, en principio hasta esta noche. A eso se agregó ayer el accidente de tren en la estación Retiro, en una jornada que prevé repetirse hoy, pero también aumentará el ritmo de las conversaciones entre la administración macrista y la kirchnerista. La situación forzó al macrismo a cambiar las condiciones para aceptar la transferencia del transporte aunque no avanzó el acuerdo, a la vez que tomó intervención la Justicia (ver nota aparte).

Ayer el Gobierno porteño, ante las complicaciones del tránsito y los medios alternativos de transporte que colapsan en estos casos, dispuso de una tropa de micros escolares gratuitos para trasladar pasajeros entre las 18 y las 20.30, mientras continuaba la protesta gremial, que dejó por tercer día consecutivo sin subtes a un millón de usuarios. Los sindicalistas continuarán hoy con la medida al no haber obtenido respuesta a sus reclamos de retomar las paritarias y advirtieron sobre una suspensión mayor del servicio. Reclaman mantener esa discusión salarial con la empresa y el Gobierno porteño, que repite que la competencia la tiene la Nación.

En ese clima de puja y con el malhumor de los usuarios de fondo, hubo varias conversaciones entre el Gobierno porteño y funcionarios kirchneristas, siempre en el camino de procurar que Mauricio Macri tome el control de la concesión, tal como firmó en enero pasado, cuando el Gobierno nacional, en el marco de un ahorro en subsidios, le ofertó la transferencia. El jefe porteño aceptó pero luego "devolvió" el acta firmada.

Ahora en el macrismo analizan la posibilidad de aceptar la invitación y, al menos como cuentan los negociadores, el jefe de Gobierno ha bajado las pretensiones pero no ha tenido respuesta. Creen, inclusive, que el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, no ha podido prestar toda la atención a ese conflicto con la Ciudad de Buenos Aires ante el accidente que ocurrió ayer.

En el frenesí, las administraciones buscan un atajo: la vía judicial para destrabar un fideicomiso de $ 108 millones depositados en una cuenta del Banco Nación. A esa cuenta sólo puede acceder el Gobierno porteño, de acuerdo con el acta que firmó Macri en enero pasado pero que luego no reconoció. Retirar de allí el dinero debía hacerse contra el inicio de obras de mejoramiento del subte. Ahora intentarán que la concesionaria Metrovías, que viene reclamando ese dinero, pueda acceder a los fondos, que de acuerdo con la propia empresa representarían la mitad de su déficit.

Avales

Las conversaciones no son sencillas. Macri solicita que el Gobierno le firme avales para contraer deuda que volcaría a invertir en los subterráneos. En ese punto parecía inflexible el kirchnerismo, pero estaría cerca de ceder. Luego, de los $ 1.000 millones que reclamaba para obras, ya se conformaría con un 10% siempre y cuando le cumplan con la compra de vagones que ya anunció el Gobierno. Pero lo que más complicaría el acuerdo es pactar una "convergencia tarifaria". Ese punto es uno de los temas principales que el kirchnerismo quiere abordar en la Agencia Metropolitana de Transporte, si finalmente se concreta su integración. Se trata de contar con tarifas, dentro del sistema de transporte que comparten provincia y Ciudad de Buenos Aires, similares. Es decir, que lo que cueste el pasaje de subte (ya se piensa en un aumento) no esté tan lejos de lo que sale uno de colectivo. La misma Metrovías asegura que, cuando Macri subió de $ 1,10 a $ 2,50 el viaje en los subtes, le disminuyó cerca del 20% la cantidad de pasajeros.

De todos modos, Macri ayer salió al cruce de la polémica, sosteniendo que mantener el servicio le reportaría un gasto de $ 1.000 millones anuales al distrito, con los que no cuenta para ese rubro.

Costo

Como salida, el Gobierno porteño dispuso de los 500 micros escolares con recorridos similares a las líneas de subte. Al hacer ese anuncio, el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, insistió con que «es un conflicto salarial que tiene que discutirse y resolverse en el seno del Ministerio de Trabajo», a la vez que estimó que le saldrá a la Ciudad unos

$ 200 mil el traslado de los pasajeros en los micros escolares. Macri, por su parte, consideró que los metrodelegados que vienen realizando el paro «hacen política a costa de la gente».

El titular de la agrupación, Roberto Pianelli, calificó el cierre del servicio como «una manera desgraciada» aunque «inevitable» de reclamar.

«Como Nación no hay mucho más que hacer. Hay una actitud caprichosa de Macri de no querer hacerse cargo de algo que es tan obvio», criticó por su parte el secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos.

Para otro activista, el delegado Claudio Dellacarbonara, la responsabilidad sería de Metrovías, que «está procurando el caos para obtener más subsidios», consideró.

Solución

"Hace rato le deberían haber quitado la concesión a la empresa por no cumplir con el pliego, y la única solución es que los subterráneos sean controlados por los trabajadores», arriesgó el gremialista. Néstor Segovia, secretario de la agrupación de metrodelegados, aseguró: «no nos atienden ni la empresa Metrovías ni el Ministerio de Trabajo de la Ciudad. Si no hay respuesta a nuestros pedidos, vamos a tener que hacer medidas de fuerza".

Fuente: Ámbito.com