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Identificaron banda que vendía facturas apócrifas por internet

Luego de una compleja investigación, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) logró identificar a los ideólogos y responsables de una asociación ilícita dedicada a vender facturas apócrifas a través de Internet.

Con el fin de desbaratar a la banda delictiva, se realizaron más de 50 allanamientos, se secuestró abundante información contable y se detuvieron a sus tres responsables. Según estimaciones fiscales, los montos evadidos ascienden a $5.730.000 en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y más de $9.110.000 en Ganancias.

El dato saliente de esta investigación es que la AFIP no sólo pudo dar con los “prestanombres” (personas insolventes sobre quienes recae la titularidad de las facturas) y con las empresas que trataron de engañar al fisco. Además se logró identificar a los tres ideólogos de la maniobra y por orden del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional de 3 de Febrero, a cargo de Mariano F. Larrea, se detuvo a Daniel Mario Hosain, Mario Rodolfo Bozzini y Adalberto Hugo Ceriotti.

En tanto, los más de 50 allanamientos relacionados con esta causa se realizaron en diversos puntos del país como: Microcentro, Palermo, Junín, Mercedes, La Plata, Rosario, Comodoro Rivadavia, Neuquén, Paraná, Posadas y Tucumán.

Según pudo verificar la División Investigaciones de la Dirección Regional Oeste, la maniobra consistía en el ofrecimiento directo, masivo e indiscriminado de correos electrónicos –tipo spam– ofreciendo la provisión de facturas apócrifas. El supuesto beneficio para los compradores (que también están siendo investigados en esta causa) es mejorar sus posiciones en el IVA y el Impuesto a las Ganancias engañando sus movimientos al fisco.

Cómo se llegó a los ideólogos

La investigación comenzó con un único dato: una casilla de correo electrónico que ofrecía las facturas truchas. A partir de ahí, se inició un “falso” contacto con la banda delictiva.

Una vez concretada la comunicación, se consiguió el nombre de pila de uno de los responsables. Paralelamente, se obtuvo el número de IP de la terminal con la que se intercambiaron los mails, la nómina de las 21 usinas ofrecidas y teléfonos celulares.

Luego de recopilar los datos, se efectuaron las primeras fiscalizaciones a las empresas y/o personas titulares de las facturas. En una primera instancia se visitaron 12 domicilios reales y se comprobó que se trataban de personas insolventes que, claramente, contrastaban con los montos de ventas.

Uno de los “prestanombres” era un hombre que además de vivir sumergido en la pobreza, era analfabeto. No obstante, siempre supo que la persona que le ofreció un dinero por abrir una cuenta bancaria se estaba aprovechando de la extrema situación que vivía y, por eso, no dudó en denunciarlo y hasta precisó datos importantes como el nombre y apellido.

Con la información recolectada en los domicilios reales se pudo comprobar la existencia de inobjetables coincidencias entre lo denunciado por los “prestanombres” y la información recopilada por AFIP, en sus tareas de inteligencia. Así, se pudo llegar a los ideólogos de la banda y además detectar e identificar a las empresas usuarias de los créditos fiscales apócrifos.