PODRÁN LABRAR MULTAS A LOS INFRACTORES

La Guardia Urbana se reciclará como policía de tránsito

La señal para detener un auto se hace mostrando la palma de la mano levantada", explica un policía. Una veintena de hombres y mujeres que no pasan los 30 lo escuchan con atención. Hasta hace un par de meses, vestían uniformes con campera o remera verde. Ahora, lucen una chomba blanca con el escudo de la ciudad de Buenos Aires. Los pantalones siguen siendo negros. Son los antiguos integrantes de la Guardia Urbana, reconvertidos en agentes de Control de Tránsito y Transporte.

El nuevo cuerpo está formado por 800 agentes, que antes eran parte de la Guardia Urbana, el cuerpo que Mauricio Macri prometió desactivar y una de cuyas funciones también era el control del tránsito. Se trata de personal contratado en planta transitoria que gana un promedio de $ 1.148 por mes.

Desde hace un mes están siendo entrenados por especialistas en vialidad de la Policía Federal y saldrán a las calles porteñas en cuanto se firme el decreto oficializando su creación. Sus funciones serán concientizar, hacer controles de alcoholemia y labrar infracciones, explicándole al conductor cuál fue su falta.

Ayer el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, presenció parte de una clase práctica en el Parque de la Ciudad. Sin embargo, no se quedó para el anuncio, a cargo de la vicejefa, Gabriela Michetti, que aseguró que se busca "la prevención y el cuidado de la vida de todos". La acompañaron el ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro, y el director de Seguridad Vial, Pablo Martínez Carignano.

"Ya no va a importar la cantidad de multas, sino la cantidad de vidas que se salven -sostuvo Martínez Carignano-. No habrá más agentes escondidos detrás de un árbol para hacer actas, sino que van a parar al infractor, pedirle los papeles y notificarlo de su falta. Se va a utilizar un sistema de postas".

El cuerpo también controlará al transporte público de pasajeros. En la actualidad, el 70% de las multas a colectivos jamás son cobradas.

Además, casi siempre son labradas al vehículo, sin individualizar al chofer que cometió la infracción. Ahora, cuando los agentes detecten a un colectivo que, por ejemplo, pasó un semáforo en rojo o excedió la velocidad máxima, le avisarán por radio a la posta siguiente para que sus compañeros detengan el vehículo. "Un agente le va a pedir al chofer su documentación y le va a detallar qué falta cometió -contó Martínez Carignano-. Y otro va a subir al colectivo para explicarle a los pasajeros por qué se detuvo al vehículo. Ya se está haciendo un plan piloto con este nuevo sistema".

En los próximos días, se espera que Macri saque el decreto autorizando la formación del cuerpo y otorgándole a sus agentes el rango de "funcionarios públicos", para que puedan firmar las multas. "Van a tener las mismas facultades que la Policía -afirmó Montenegro-. Si por una infracción tienen que secuestrar el vehículo, van a hacerlo". Aunque en una primera etapa los agentes saldrán acompañados por policías "hasta que adquieran la visibilidad y el respeto necesario", precisaron.

Según anticiparon, los agentes se distribuirán en función de un mapa de riesgo, en los puntos donde se producen más accidentes. Como General Paz y Mariano Acha, 9 de Julio y San Juan y Monroe y Melián, consideradas las tres esquinas más peligrosas.

Montenegro se esforzó en diferenciar al cuerpo de control de tránsito de la Guardia Urbana: "Es totalmente distinto. Tiene un costo superior, porque tiene más requerimientos de movimiento, comunicación y capacitación". Martínez Carignano acotó que la principal diferencia es que "se lanzó a la Guardia Urbana a la calle sin que tuviera en claro para qué estaba. Ahora saben que esperamos mucho de ellos y que tienen una función irremplazable. Saben para qué están".

El trabajo de este nuevo cuerpo se suma a otra medida relacionada con el control del tránsito: la suspensión de las fotomultas, un polémico sistema concesionado a dos empresas que debían hacer 150.000 multas mensuales cada una. Al mismo tiempo, se eliminaron del sistema informático de la Comuna 2,5 millones de infracciones ya prescriptas, para facilitar el trabajo de la Unidad Administrativa de Control de Faltas. (CLARÍN)