La compra de material para el subte por parte del Estado, derivó en una puja entre Franco y Mauricio Macri

La pelea entre la Casa Rosada y la Jefatura de Gobierno porteña por el financiamiento de las obras de infraestructura de la Ciudad derivó en una puja familiar entre los Macri. Mauricio cuestionó la transparencia del contrato que firmó el Gobierno con su padre Franco para la compra de vagones para el subterráneo y mandó a pedirle explicaciones al Ejecutivo por los precios que Ricardo Jaime anunció que le pagará a la empresa china CITIC, cuyo representante en el país es Macri padre.

Las diferencias entre padre e hijo son tan conocidas como la cercanía comercial que tiene el fundador del Grupo Socma con la gestión kirchnerista. La gran novedad es que por primera vez la conjunción de ambos factores se convirtió en un asunto de Estado.

Hace dos semanas, el cuestionado secretario de Transportes de la Nación, Ricardo Jaime, junto a Franco Macri y representantes orientales de la compañía semiestatal china CITIC anunciaron junto a la presidenta Cristina Fernández un acuerdo para la compra de material rodante y repuestos para el sistema de subterráneos de la Ciudad. Según anunció el propio funcionario, la inversión llegará a los 850 millones de dólares. Un PowerPoint que distribuyó la Secretaría de Transporte resumió los objetivos que cumplirán los 279 vagones que se proponen incorporar a la red: “Operar las extensiones de la Línea B hasta Villa Urquiza, la Línea A hasta Nazca y la Línea E hasta Retiro. Homogeneizar la flota de la Línea D incrementando sus servicios; y retirar los coches de madera de 1913 de la Línea A, reemplazándolos por moderna flota”.(CRITICA DIGITAL)