FINANZAS

Los bancos centrales y los gobiernos deberían estudiar el fin de las medidas extraordinarias aplicadas para contener la crisis financiera

Así lo advirtió el Banco de Pagos Internacionales.

"Ha llegado la hora de preguntar cuándo y cómo pueden retirarse gradualmente estas medidas fuertes", dijo el banco (BIS, por su sigla en inglés) con sede en Basilea, Suiza, en su informe anual difundido hoy, según un despacho de la agencia de noticias Bloomberg.

"Los efectos colaterales acumulativos en sí representan un peligro que, al menos, implica salir antes de lo que puede ser cómodo para muchos", indicó.

Para la entidad, mantener las tasas de interés demasiado bajas por mucho tiempo "altera decisiones de inversión, aplaza el reconocimiento de pérdidas, aumenta la toma de riesgo en la búsqueda de rendimiento y alienta altos niveles de endeudamiento".

La crisis griega también puso de relieve el riesgo de que los Gobiernos puedan ya no tener los recursos para sustentar sus sistemas bancarios si lo necesitaran, advirtió el BIS.

"Los acontecimientos que ocurren en Grecia ponen de relieve la posibilidad de que Gobiernos altamente endeudados quizás no pueden actuar como comprador de último recurso para salvar bancos en crisis", indicó la entidad.

"Si la deuda del Gobierno en sí no se puede vender, cualquier rescate futuro del sistema bancario tendría que depender de ayuda externa", indicó.

El "margen de maniobra" de los bancos para encarar cualquier recaída en la economía también es reducido en momentos en que las tasas de interés están históricamente bajas y los balances generales de los bancos centrales están "sobrecargados", según el informe.

"La crisis de deuda soberana en Grecia está claramente amenazando la recuperación incipiente de Europa", señaló el BIS. "Será difícil encontrar una fuente de más tratamiento si surgiera otra emergencia", concluyó.