Los bancos planean subir los costos de las tarjetas de crédito

La banqueros argentinos buscan concensuar para el mes de abril y mayo próximos, a más tardar, un incremento del 30% en gastos de renovación y envíos de resúmenes de las tarjetas de crédito.

“Prevén aumentos en la grilla de comisiones de la tarjetas. Puntualmente, en las comisiones no financieras de la estructura tarifaria, como los gastos de envío y renovación, o emisión de nuevas tarjetas”, explicó el gerente de uno de los bancos que participa en las conversaciones que llevan adelante las entidades del sector.

Los gastos de renovación ya habían sufrido un fuerte aumento entre marzo y septiembre del año pasado cuando, según el régimen de transparencia del BCRA, llegaron a triplicarse. A partir del nuevo ajuste, en mayo, quedarán en un nivel que es cuatro veces mayor al que tenían doce meses atrás.

La decisión de modificar estos dos costos responde a que, también el año pasado, las entidades habían ajustado fuertemente el resto de las comisiones, al multiplicar por dos el ingreso mínimo requerido (hoy está en un mínimo promedio de $ 1.112 y un máximo de $ 4.500) y subir entre 12% y 18% -en promedio-los gastos administrativos ($ 8 y $ 22, respectivamente).

“Sucede que el banco puede aumentar la tasa sólo hasta cierto punto. Y cuando ya no es posible, empieza a fijarse en otros costos, como los de renovación y de envíos de resúmenes. En el último tiempo se quedaron sin opciones, porque aumentaron los costos de mantenimiento, por cajas de seguridad y por operaciones por caja”, explicó el gerente.

Sólo por los resúmenes, en el sistema se cobran aranceles que se ubican entre los $ 7,50 y los $ 15. Y por la renovación, esa franja promedio se ubica entre los $ 150 y los $ 480. Con todo, del relevamiento del BCRA se desprende que hay entidades que cobraban a fines del año pasado hasta un máximo de $ 600 que, con el ajuste, podría alcanzar los $ 780.

En los bancos destacan que hay buenas razones para los aumentos: la baja de tasas dispuesta últimamente -en algunos casos- sobre la financiación con las tarjetas; la lista de descuentos y beneficios que recaen sobre los clientes; y los fuertes aumentos salariales que afrontó el sector el año pasado, y que afrontará este año.

“El 80% de los costos del banco está representado por la nómina salarial. Sucede que en las tarjetas de crédito el consumo de los últimos años fue explosivo. Los bancos no tocaban demasiado algunos costos porque la rentabilidad era alta y había mucha competencia”, comentó un banquero.

Las tasas de las tarjetas de crédito se mantuvieron relativamente estables el año pasado, y quedaron en un rango de entre 33,6% y 36,5%. Este año, incluso, algunos bancos se animaron a aplicar sobre ellas una baja: Santander, en 190 puntos básicos; y BBVA Francés, en 200. (ELCRONISTA.COM)