Los colegios privados evaluarán la calidad de enseñanza

Con la idea de que las escuelas necesitan evaluaciones para poder mejorar y el reclamo de que los resultados de las pruebas nacionales se devuelven poco y tarde a las escuelas, un grupo de colegios privados decidió crear su propio sistema de evaluación.

Desde este año, las escuelas podrán participar voluntariamente de una evaluación de sus alumnos en lengua y matemática, que servirá también como "parámetro de referencia para los padres" sobre la calidad de cada institución. A pesar de que es una iniciativa surgida de una asociación de escuelas privadas ?llamada Instituciones Educativas Asociadas de la República Argentina (Ieara)?, aclaran que las escuelas públicas que quieran también podrán participar.

Aunque la idea surgió en buena medida para paliar deficiencias del sistema de evaluación oficial, la iniciativa se anota en la línea que desde el Ministerio de Educación se quiere dar este año para priorizar la evaluación e incluso premiar a las escuelas que tengan mejor desempeño.

El programa, llamado Crece, incluye tres evaluaciones en el año ?en marzo, en julio y en noviembre? que se tomarán el mismo día en 3° y 6° grado del primario, y 9° y 12° (3° y último año en la ciudad de Buenos Aires) del nivel medio de los colegios participantes.

Este año, en su primera edición, 15 escuelas de todo el país tomarán parte en las pruebas, que serán anónimas. El programa fue creado en conjunto por las fundaciones Sara Chamberlain de Eccleston y Centro de Estudios en Políticas Públicas (CEPP). El CEPP aportó los especialistas, diseñó el programa y las pruebas ?sobre el modelo de las que toma la Unesco y las que se realizan en Chile, Ecuador, Brasil, San Luis y Neuquén?; tomará las evaluaciones, las corregirá y procesará los resultados.

"El objetivo es establecer estándares de calidad. Será un insumo para la institución y para que los padres tengan algún parámetro de referencia", dijo a La Nacion Armando Yáñez Martínez, coordinador general de Ieara, que reúne a 300 escuelas privadas del país.

"Los resultados llegarán a la escuela menos de un mes después de que se tomen las pruebas. Cada escuela sabrá dónde está ubicada en comparación con otras, pero no se armará ningún ranking. Los padres podrán consultar los resultados, y habrá un informe preparado especialmente para que los chicos sepan cómo les fue", dijo Gustavo Iaies, presidente de la Fundación CEPP.

Mirar hacia adentro "En las escuelas estamos acostumbrados a tener las puertas cerradas y mirarnos hacia adentro. La idea de esta evaluación es tener un parámetro de dónde estamos y dónde queremos llegar, para saber cómo resolver los problemas", explicó Gabriela García, directora general de las Escuelas Eccleston. Sus colegios de Temperley y Lanús participarán en la prueba piloto este mes, con escuelas de la ciudad de Buenos Aires, Don Torcuato, Pilar, Grand Bourg, Berazategui, City Bell, Guernica, Lomas de Zamora, Monte Grande, Canning, Neuquén, San Juan y Río Gallegos.

"Hay que acostumbrar a nuestros alumnos a la evaluación externa, que es normal en otros países. Y tenemos que convencer a nuestros docentes de que no van a ser controlados", dijo García. "Hay que premiar lo que se hace bien."

Cada escuela pagará un abono para sostener el sistema entre todos, que incluirá encuentros de directores y maestros para analizar las evaluaciones y modificarlas. Una vez inscripta, una escuela deberá participar por al menos dos años en las evaluaciones.

Además, el día de la toma de la prueba se cruzarán directivos entre distintos colegios. El intercambio apunta a formar "un espacio de mejora" entre todas las escuelas que participen y que, según aclaran los organizadores del sistema, no se excluirán de las pruebas nacionales que el Ministerio de Educación seguirá tomando. (LA NACIÓN)