ECONOMÍA

Los plazos fijos muestran una tendencia creciente

La política del dólar «planchado» en $ 3,96 no sirvió como ancla de precios, pero está siendo muy efectiva para otro objetivo: aumentar el nivel de depósitos del sistema financiero y promover una gradual pesificación de la cartera que ahorristas e inversores mantenían en dólares. Los plazos fijos muestran una tendencia creciente a pesar de que las tasas de interés son notablemente negativas en términos reales. El rendimiento de las colocaciones a plazos ronda el 10,5% para grandes inversores, mientras que no llega al 10% para los pequeños ahorristas.

Es claro que el rendimiento de una colocación bancaria no alcanza ni mínimamente a cubrir los costos de la inflación, que se ubicaría en cerca del 25% anual y ya acumula un 15% en los ocho primeros meses de 2010. Esto significa que el rendimiento en pesos no alcanza para compensar el aumento de los precios, por lo que se produce una pérdida del poder adquisitivo.

¿Por qué crecen, entonces, los depósitos, cuando la lógica indicaría lo contrario? Sencillamente, porque el rendimiento en dólares es positivo. En un mundo en el que colocarse en dólares rinde menos del 1% anual, y lo mismo sucede con las colocaciones en divisas en bancos locales, efectuar un plazo fijo en pesos hoy resulta negocio, al menos cuando se calcula la ganancia en dólares.

Sólo hasta el 20 de agosto, los plazos fijos correspondientes a público y empresas habían subido $ 2.284 millones, un 3% en relación con el cierre del mes anterior. Claro que buena parte luce como un trasvasamiento desde cajas de ahorro, que caen en lo que va del mes $ 3.400 millones. En el balance total de depósitos del sector privado, este mes tiene un comportamiento neutro, con caída en cajas de ahorro, pero incremento en cuentas corrientes y plazos fijos.

La titular del Central, Mercedes Marcó del Pont, fue muy clara la semana pasada, cuando presentó la adecuación del Programa Monetario: «La gente tiene que saber que el depósito en pesos va a rendir más que la evolución del dólar, ésa es la política que estamos siguiendo y la vamos a mantener». El dólar quieto también explica por qué los bancos no incrementan las tasas de plazo fijo, pese a que el crédito también está aumentando. Por ahora no tuvieron problemas para captar fondos, pese a que la inflación debería desalentar las colocaciones en moneda local.

Si se proyecta que la tasa continuará en el orden del 10%, significa que el límite para la cotización del dólar dentro de un año no debería evolucionar por encima de ese porcentaje. De esta forma, el valor para fin de agosto de 2011 no debería sobrepasar los $ 4,36.

Por otra parte, la Badlar (tasa de plazos fijos mayoristas) al 10,5% anual, se alineó con otras variables del sector financiero: la tasa implícita del contrato de dólar futuro se ubica en ese nivel, y prácticamente eso es lo que paga el Central cuando coloca Lebac a 30 días para absorber dinero del mercado.

Un dato adicional: la decisión de flexibilizar el Programa Monetario tuvo como objetivo -entre otros- no promover un incremento adicional de las tasas. Se trata, en definitiva, del principal reaseguro para evitar un salto brusco del tipo de cambio. Los problemas derivados del atraso cambiario ante una inflación elevada y un dólar casi fijo se acentuarán en 2011. Pero serán preocupación de la administración que asuma tras las elecciones presidenciales.

(Ámbito Financiero)