INTERNACIONALES
Masiva huelga en Francia contra la reforma del sistema jubilatorio
Por segunda vez en 15 días Francia vivió hoy una jornada de huelga general con masivas movilizaciones, como protesta contra la reforma del sistema de pensiones encarada por el gobierno del presidente Nicolás Sarkozy.
Si el gobierno no se mueve de su postura después de esta jornada de manifestación, habrá nuevas huelgas, aseguro el secretario general del sindicato Fuerza Obrera Jean-Claude Mailly, haciendo alusión a la reunión intersindical que mañana anunciará otras medidas de acción contra la reforma previsional.
El gobierno debe escuchar a los sindicatos, a la oposición.
Toda otra actitud será susceptible de provocar una crisis social de amplitud, afirmó por su parte la primera secretaria del Partido Socialista (PS) Martine Aubry.
Los sindicatos pretenden que el gobierno retire el proyecto de ley, que ya fue aprobado por los diputados el pasado 15 de setiembre y que el 5 de octubre comenzará a ser examinado por los senadores.
El proyecto impulsado por Sarkozy eleva gradualmente la edad de jubilación de 60 a 62 años y de 65 a 67 para los que no hayan reunido el respectivo número de años y quieran jubilarse con la pensión máxima.
Como ante cada movilización sindicatos y policías difieren notoriamente con sus cifras: mientras los organizadores de la movilización afirman que en las 232 ciudades francesas más de tres millones desfilaron por las calles, el Ministerio del Interior cifró en 997.000 los manifestantes.
De esta forma, los sindicatos aseguran que la movilización fue superior a la última huelga (2,7 millones), mientras la policía afirma que la movilización fue menor.
Según uno de los portavoces del gobierno, el grado de acatamiento fue menor a la huelga del 7 de setiembre y eso se debe a que los franceses apoyan las medidas encaradas por el presidente Sarkozy.
La huelga generó perturbaciones menores en el metro parisino, en los trenes de media y larga distancia, mientras que los aeropuertos franceses anularon entre el 40% y 50% de sus vuelos.
En sectores como la enseñanza, la salud u otros servicios públicos, la huelga perturbó el normal desarrollo de las actividades, pero la medida de fuerza lejos estuvo de paralizar el país como anhelaban los sindicatos.
Asimismo, el oficialismo deslizó que existe una cierta división entre los sindicatos.
Las ocho centrales sindicales discuten ahora cómo continuar la presión sobre el gobierno.
Los más radicales amenazan con un paro indefinido por la negativa del gobierno a cambiar ciertos aspectos del proyecto de ley, mientras los mas moderados sostienen que esa medida debilitaría al movimiento contra la reforma y por eso pretenden seguir con una huelga el sábado 2 de octubre.
Un sondeo publicado hoy por Liberation y realizado por ViaVoice, da cuenta de que el 63% de los franceses apoya a la medida de fuerza, en tanto que un 45% se dice indignado por la política económica y social del gobierno conservador de Sarkozy.
A menos de dos años de las elecciones presidenciales, Sarkozy, quien ya anunció un importante cambio en su gabinete para mediados de octubre, está inmerso en varios frentes de conflicto social por su política inmigratoria, las acusaciones de corrupción que pesan sobre su ministro de Trabajo y la reforma del sistema de pensiones.