Pedro Sánchez volverá a ser presidente y España sale de la parálisis política
Tras meses de parálisis política en España, el dirigente socialista y jefe de gobierno saliente Pedro Sánchez logró ser investido presidente de un inédito gobierno de coalición de izquierda.
Sánchez consiguió los votos necesarios (167 a favor, 165 en contra y 18 abstenciones) durante la segunda votación parlamentaria tras un acuerdo con la fuerza de izquierda Unidas Podemos, con la que cogobernará.
El domingo, Sánchez, de 47 años, había perdido el primer voto de confianza en la Cámara Baja al carecer de una mayoría absoluta de 176 sobre 350 diputados.
Para la segunda vuelta, le bastaba una mayoría simple, es decir más votos a favor que en contra.
La coalición entre los socialistas y la izquierda radical de Podemos "es la única opción de gobierno posible", señaló Sánchez antes de la votación. La opción es "o coalición progresista o más bloqueo para España, y espero que la mayoría del Congreso opte por una coalición progresista", indicó.
Los parlamentarios socialistas habían denunciado "amenazas y coacciones" para hacer descarrilar lo que será el primer gobierno de coalición desde el fin de la dictadura de Francisco Franco en 1975.
Llegado al poder a mediados de 2018 mediante una moción de censura que desbancó al conservador Mariano Rajoy, ocupará de nuevo la presidencia gracias a los respaldos socialistas, de la izquierda radical de Podemos, su futuro socio de gobierno, de los nacionalistas vascos del PNV y de otros pequeños partidos regionales.
La renovación en el poder de Sánchez pondrá fin a una parálisis iniciada con las elecciones legislativas de abril, el posterior fracaso de la formación de un gobierno, y la repetición de los comicios en noviembre.
España, sumida en la inestabilidad política crónica desde 2015 cuando voló en pedazos el bipartidismo del PSOE y el PP, ha tenido cuatro elecciones generales en cuatro años.
Sánchez liderará un gobierno de coalición entre PSOE (120 diputados) y Podemos (35), con un programa social, ecologista y feminista, que promete un giro a la izquierda con medidas como un alza impositiva a los más ricos, regulación de alquileres y la derogación parcial de una reforma liberal del mercado laboral.
También apuesta por el diálogo para reducir la tensión de la persistente crisis en Cataluña, que tuvo su punto más álgido en el fallido intento de independencia de la región en octubre de 2017.
Fuente: Ambito.com