Podría faltar combustible para Navidad por huelga de estacioneros y navieros

Los dueños de estaciones de servicio volverían a parar en represalia al silencio con que el Gobierno atendió los reclamos enarbolados durante la medida de fuerza impuesta por el mismo sector a principios de mes.

Los estacioneros reclaman un paquete de medidas que garanticen la rentabilidad a fin de asegurar la supervivencia de 4.700 plazas expendedoras y alrededor de 47.000 puestos de trabajo vinculados con la actividad. A diferencia de lo ocurrido el 5 diciembre, el expendio de combustibles esta vez se mantendría suspendido por 48 horas.

La decisión de los estacioneros no es el único argumento que permite vislumbrar una Navidad de autos en el garage. Desde el martes 9 de diciembre una huelga encabezada por los capitanes de buques petroleros permite anticipar un escenario de desabastecimiento de naftas que comenzaría a notarse a partir del viernes de esta semana.

La protesta del segmento parte de un reclamo a la AFIP: la actual reglamentación del impuesto a las ganancias afecta duramente a los capitanes de grandes navíos quienes, sujetos a sueldos que oscilan entre los $20.000 y los $30.000, cobrarían este mes –dado el régimen vigente– apenas el 15% de su salario.

Sujeta a un cronograma de huelga por tiempo indeterminado, la medida comenzó a despegar poco a poco la semana pasada cuando dejaron de presentarse los relevos para los capitanes recién llegados a puerto.

“El paro fue dándose de manera escalonada desde el martes pasado, y corrió por cuenta de los capitanes y los oficiales de cubierta. A medida que llegaban a puerto los barcos no se movían más. Desde hace 6 días vienen llegando buques a los puertos, pero se limitan a descargar y luego a permanecer en el lugar”, explicó a iProfesional.com Eduardo Rosenthal, gerente general de la Cámara Naviera Argentina.

Rosenthal comentó que son cerca de 18 los buques tanques inmovilizados frente a los puertos de Buenos Aires, Bahía Blanca, La Plata y el muelle de San Lorenzo.

“El paro conlleva un problema serio no sólo para empresas sino para el país en general en tanto el 90% del petróleo llega por barco. Golpea a las refinerías, que son las que proveen de combustible a las usinas eléctricas, los trenes, automóviles, y el transporte en casi todas sus formas”, dijo.(I.PROFESIONAL)