ECONOMÍA

Proponen crear sello de calidad para las encuestadoras

La intención de una consultora es aportar confiablidad tras los fallidos pronósticos de octubre. Pero pocos en el sector lo ven factible porque supone costos elevados.

Luego de soportar un año electoral con fuertes cuestionamientos por la falta de fiabilidad de los resultados de los sondeos de opinión e informes, el gremio de los encuestadores políticos busca rearmarse y recuperar el debilitado prestigio público. Algunos piensan en estándares de calidad, otros en cambio escapan a las generalizaciones y se refugian en su propia reputación y trayectoria de sus trabajos.

Es que por las contradicciones de las estadísticas, las dudas sobre la veracidad y hasta sobre posibles influencias o manejos políticos en algunos casos generaron un clima de desconfianza que terminó afectando a todo el rubro. Ante ese escenario, por ejemplo la consultora en gestión de calidad normativa Grupo Crescent propone una norma que permite a las empresas de investigación de mercado obtener un sello de calidad que aporte “confiabilidad” a sus resultados, partiendo de la normalización de sus procesos. Se trata de la norma ISO 20252: 2006, una regla de calidad nueva en el mercado argentino y latinoamericano, y que está orientada a consultoras de investigación de mercado y sondeos de opinión. “La particularidad de esta norma es que aporta confiabilidad a las encuestadoras que la obtengan, además de metodología, control y gestión integral”, explicó el director de Grupo Crescent, Marcelo Carbone.

Pero no todos los encuestadores la ven factible. Para el titular de Carlos Fara&Asociados, Carlos Fara, uno de los problemas es que “la certificación de la calidad tiene un costo demasiado elevado y está pensada para empresas de servicios”. De todas maneras el analista político consideró que “la certificación interna” es un tema pendiente para discutir entre colegas. Mientras tanto opinó que la mejor evaluación es “preguntarle a mis clientes y que estén conformes con el trabajo”.

En tanto el director de Isonomía Consultores, Rodrigo Martínez apuntó que “la idea de parámetros metodológicos de calidad es razonable pero con una aplicación normativa sin efecto práctico”. Aunque sin vueltas recomendó medidas básicas para dotar de confiabilidad y seriedad a las encuestas como “registro público de encuestadores y blanquear quien te contrató cuando publican una encuesta”. Sin embargo también futigó contra la responsabilidad de los medios de comunicación: “no ayuda que los medios publiquen cualquier encuesta y menos de consultoras que se equivocan sistemáticamente”.

Para el presidente de OPSM Consultores, Enrique Zuleta Puceiro no es una novedad, varias veces utilizó la norma ISO 20.252 sobre todo en sus trabajos para clientes extranjeros: “Siempre la calidad es buena y sobre todo las encuestas sistemáticas y estadísticas tanto públicas como privadas deberían tener acuerdos de calidad, incluso el Indec”, aseguró. Es que la norma ISO está basada en estándares de Alemania, España y Reino Unido y su uso está más difundido en organizaciones privadas aunque su aplicación a nivel regional está en estado incipiente.

En otro orden Zuleta explicó además que existe “resistencia a la calidad por el costo y porque supone la auditoría externa”. Como sus pares coincidió que en las encuestas de opiniones políticas es más difícil poner normas de calidad porque “los clientes buscan el resultado, no les interesa el proceso”. A favor de ISO, el director de Grupo Crescent resaltó que la norma permite a las encuestadoras auditar cuestiones como contratos con los clientes, planificación y gestión de la capacitación, diseños de metodologías, control del calendario de los estudios y diseño y aprobación de cuestionarios y guías.

Fuente: Cronista.com