MANAGEMENT

¿Qué es y cómo se produce la innovación empresarial?

Cuando pensamos en innovación, las primeras imágenes que se nos vienen a la mente están relacionadas con la creación de nuevas tecnologías. De hecho, es así como las estadísticas gubernamentales interpretan el fenómeno cuando dicen, por ejemplo, que la inversión en I + D en la Unión Europea asciende al 1,99 por ciento del PBI.

No obstante, estas cifras deben interpretarse con cuidado. Innovar no es únicamente invertir en investigación y desarrollo tecnológico. La innovación en las organizaciones es un proceso sistémico mucho más complejo que la estrecha visión sugerida por las estadísticas gubernamentales. Veamos sus aspectos principales...

El contenido de la innovación

Según la visión tradicional, innovar es ser el primero en desarrollar una nueva tecnología. Pero esta perspectiva no tiene en cuenta que, muchas veces, no conviene tirar la primera piedra. En ocasiones, el segundo en llegar acaba teniendo mejores resultados que el pionero. Entonces, en estos casos, ¿quién fue realmente el innovador? Innovar no significa ser el primero en desarrollar una tecnología sino ser el primero en explotarla y captar sus beneficios.

Por otro lado, el desarrollo tecnológico tampoco es el único tipo de innovación. Las organizaciones pueden innovar en diversas áreas que incluyen la creación de nuevos productos, procesos, formas de relacionarse con los clientes, etcétera.

El contexto de la innovación

Suele creerse que el contexto externo de una firma es uno de los principales factores que promueven la innovación. Así, muchas empresas piden al gobierno que les brinde apoyo para la investigación, bajo el argumento de que, sin ayuda, el proceso será extremadamente más complicado.

Sin embargo, otros sostienen que el gobierno no debería apoyar con subsidios la innovación empresarial. Según esta postura, el Estado sólo debería proveer la infraestructura básica y la formación de capital humano a través de su inversión en el sistema educativo. Así, en presencia de estas condiciones, la innovación empresarial surge espontáneamente, como resultado de las presiones del mercado.

Ahora bien, el contexto interno de la empresa también es fundamental para explicar la innovación.

En primer lugar, el top management debe estar comprometido con el proceso. En segundo lugar, la empresa debe poseer una cultura orientada al cliente que fomente la búsqueda de mejores formas de satisfacer necesidades. En tercer lugar, es fundamental la existencia de estructuras y procesos que permitan medir la innovación y proveer indicadores para la toma de decisiones por parte del management con el objetivo de asegurarse que los proyectos sean eficaces y coherentes.

La dinámica de la innovación corporativa

Una tercera dimensión para comprender la innovación consiste en el análisis de sus primeras fases, donde suele ser un proceso relativamente desestructurado. En efecto, las primeras fases del desarrollo de un producto suelen ser desordenadas y confusas, en contraste con las estructuradas etapas finales.

De hecho, las primeras etapas de la innovación suelen ser fundamentales para determinar el éxito del proyecto. En ese momento, se toman ciertas decisiones que afectarán profundamente las etapas ulteriores hasta el punto de determinar su éxito o fracaso. Las decisiones sobre los tiempos de avance y objetivos son cruciales.

Medición del éxito de una innovación

En última instancia, el éxito de una innovación radica en su capacidad de generar valor. Y esto sólo ocurre cuando un proyecto de innovación es desarrollado de manera eficiente hasta su etapa final, cuando su resultado es adaptado (o rechazado) por el cliente. (IECO)