LABORAL
Según informe de la UCA la capacitación laboral en Argentina está poco desarrollada
La capacitación laboral no está muy desarrollada en la Argentina, afirmó un informe elaborado por la Universidad Católica Argentina, en el que se planteó que una política eficaz en esta materia "requiere estrecha articulación entre las empresas y el Estado".
Según el análisis realizado por la Escuela de Economía de la UCA, las acciones de capacitación laboral que desarrollan las empresas en Argentina están "poco sistematizadas y documentadas".
"No se han desarrollado, como en los países de la OCDE, sistemas de información que capten datos apropiados sobre las instituciones públicas y privadas que imparten los cursos y no se realizan encuestas periódicas que indaguen sobre la cantidad de empresas y la cobertura de trabajadores que acceden a estas modalidades formativas.
Mucho menos hay evaluaciones de impactos que midan con objetividad los resultados derivados de las acciones de capacitación no formal que se promueven", señaló.
Al respecto, sostuvo que los datos disponibles se limitan a los programas que ofrece el Ministerio de Trabajo.
"Las acciones inducidas por la intervención estatal para la capacitación de los trabajadores con empleo -que en los países de la OCDE son profusas- tienen en Argentina un alcance reducido", evaluó.
Según indicó, solo 551 empresas -de un total de 520 mil empleadores registrados- accedieron al crédito fiscal para la formación y certificación de sus trabajadores, en tanto señaló que no hay datos disponibles de la capacitación recibida ni de la cantidad de trabajadores beneficiados por el sistema. "Es decir, que apenas 1 de cada 1.000 empresas accede a estos incentivos", estimó, y acotó que las compañías pequeñas, que son la gran mayoría, "no acceden a estos mecanismos y no hay evidencias de que tengan desarrollada una cultura de la capacitación para su fuerza laboral".
Asimismo, precisó que los programas de capacitación que ofrece el Ministerio del Trabajo sólo llegaron en el año 2009 (último disponible) a 249 mil beneficiarios, lo que representa un porcentaje muy reducido de la fuerza de trabajo estimada en unos 11 millones de personas. De este total, 157 mil trabajadores asistieron a cursos de terminalidad educativa (no son estrictamente de capacitación para el trabajo sino modalidades alternativas para que la gente pueda dar por terminada la educación formal, ya sea la primaria o secundaria) y 92 mil a cursos de capacitación implementados mediante subsidios a entidades gremiales de trabajadores y empleadores. El informe indicó que en Argentina hay alrededor de 1 millón de jóvenes que no estudia ni trabaja y 6 millones de trabajadores que solo encuentran un empleo informal. "Si, además, se considera que la Argentina tiene un tejido productivo denso en pequeños emprendimientos de baja productividad y que operan en forma mayoritaria en la informalidad, es aún más complicado diseñar un sistema para obtener mayor empleabilidad en el sector formal de la economía", razonó.
En este sentido, enfatizó que para todas las acciones de capacitación laboral es central "una inteligente articulación entre el sector privado y el Estado". "El eje es que el Estado se concentre en desarrollar regulaciones e incentivos económicos para que las empresas diseñen y ejecuten las acciones de capacitación", concluyó.