INDUSTRIA

UIA debatirá formas de enfrentar conflictos sindicales para evitar un parate en la producción

Los empresarios industriales debatirán este mediodía formas de enfrentarse a conflictos sindicales para evitar un parate en la producción.

El temor por un efecto contagio del caso de la fábrica de autopartes Gestamp en la provincia de Buenos Aires prendió las luces de alerta entre los hombres de negocios.

El Comité Ejecutivo de la UIA encabezado por su presidente, Héctor Méndez, insistirá en el reclamo de una unidad de representación sindical única aunque varios de sus integrantes se resignaron a convivir con la diversificación de las delegaciones gremiales en el medio de una atomización en expansión.

Los empresarios vieron confirmadas sus presunciones de inicio de año sobre un alto nivel de conflictividad sindical. Esta situación los impulsó a realizar un planteo político hacia los organismos de Estado para lograr un respaldo por fuera de los límites de las fábricas.

La lectura va en línea con el escenario de situación que se planteó en la autopartista Gestamp bonaerense, en donde existe un temor de resolución indefinida debido a disputas políticas entre sectores partidarios que “no podrá resolverse con una negociación gremial puertas adentro de la línea de producción”.

“Nosotros siempre pretendimos que hubiese una unidad sindical, como pretendimos que hubiese una unidad empresaria”, respondió Méndez a una pregunta en Radio Mitre, que señaló declaraciones del vicepresidente de la entidad fabril José Urtubey realizadas a BAE Negocios.

El jefe industrial admitió que “si no hay (unidad gremial) aceptan “las que están” para afrontar las negociaciones sindicales. “Yo me siento con (Hugo) Yasky, me siento con cada uno de ellos, con (Hugo) Moyano, y tengo diálogo con todos ellos, jamás le he hecho un cuestionamiento porque están separados. Digo que sería ideal que estuvieran todos juntos, como es ideal que estuviéramos nosotros todos juntos; muchas veces no estamos todos juntos”, destacó.

“La preocupación sigue vigente porque la multiplicidad de representaciones gremiales lleva a una atomización sindical, que debilita la representación gremial y eso lleva a un trabajo más complejo para realizar acuerdos”, había afirmado Urtubey.

Los empresarios aceptan, a regañadientes, debatir reclamos gremiales con centrales obreras desdobladas. El reciente bloqueo a la planta de Siderar por conflictos en una empresa ligada a la firma del Grupo Techint por parte del gremio que conduce el líder cegetista Moyano había generado temor por una conflictividad entre gremios opositores y el Gobierno, que dejar como “rehenes” a las empresas, según definieron los dueños de fábricas.

Pero la falta de conducción de un sindicato único y el “despedazamiento” en varias voces de la representación de los trabajadores es el temor mayor.

“Si los partidos de izquierda van a conducir un conflicto, la situación empeorará mucho más aún”, esgrimió un integrante de la mesa chica de la UIA. Así, vaticinan que en cada conflicto estará en juego una confrontación con el Gobierno y con las formas tradicionales de representación. Y la solución de un conflicto “sería agrandar las expectativas de otros obreros que buscarán respaldo en esos dirigentes gremiales. De esa manera, estamos ante un conflicto político que va más allá de la fábrica”, enfatizó la misma fuente.

Fuente: BAE