INTERNACIONAL

Uruguay busca mantener "un optimismo cauteloso" ante la crisis

Uruguay se encuentra entre los países del mundo que goza de una situación económica más ‘exuberante’ en el contexto internacional. Sin embargo, no está exento de ‘vulnerabilidades’. La estructura exportadora, orientada a la venta de productos primarios o de escasa industrialización, la dependencia comercial y financiera respecto a los países que hoy en día lideran el crecimiento mundial, y la débil posición fiscal, hacen a Uruguay presa fácil de un cambio en el contexto internacional.

El director ejecutivo del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), Ernesto Talvi, llamó a mantener ‘un optimismo cauteloso‘ y no caer en la ‘euforia’ que caracterizó los momentos de mayor auge en la historia Uruguay. Señaló que “Uruguay está extraordinariamente bien posicionado” en el actual contexto internacional, pero no está inmune a la crisis que afecta a las economías desarrolladas. De agravarse la crisis de deuda en Europa y Estados Unidos, el país se encuentra entre las ocho economías que pagarían un mayor costo.

“Aunque pueda resultar paradójico, Uruguay es al mismo tiempo exuberante y vulnerable. Esto justifica el optimismo, pero también debería imponer una gran dosis de cautela”, enfatizó durante la conferencia realizada ayer en el Club de Golf, bajo el título ‘Ante una realidad mundial crecientemente complejizada: evaluación y perspectivas de la economía global, regional y del Uruguay’.

El Índice Ceres de Exuberancia permite evaluar el desempeño de los países respecto a sus posibilidades de largo plazo. Un desempleo muy alejado de su tasa natural, un crecimiento del consumo muy por encima de los ingresos, una expansión frenética del crédito y una apreciación desmedida de la moneda local, son indicios de exuberancia económica. El indicador ubica a Uruguay como la tercera economía más exuberante a nivel mundial, antecedida únicamente por Brasil y Argentina. Para Ceres, esa posición supone un reto para el país. “El gran desafío será aumentar su capacidad productiva porque de lo contrario se encontrará con cuellos de botella muy importantes para seguir creciendo a tasas elevadas”, señaló Talvi. Esas renovaciones pasan por la infraestructura -física y tecnológica-, la inversión en capital humano -fundamentalmente la educación- y la renovación institucional.

Ante un escenario de creciente incertidumbre a nivel internacional, el instituto privado de investigación realizó una medición del posible impacto de un agravamiento de la crisis de deuda en las distintas economías emergentes. El Índice Ceres de Vulnerabilidad sitúa a Uruguay en el octavo lugar, de acuerdo al tamaño del ajuste necesario en las cuentas públicas para enfrentar una nueva crisis. Si bien el país “tiene una posición de liquidez internacional muy sólida”, con reservas que alcanzan para cubrir vencimientos de deuda hasta 2013, Uruguay presenta “flancos débiles que son resultado tanto de su éxito como de sus omisiones”.

En la primera categoría se encuentran la exposición comercial respecto a la región y su dependencia a los capitales extranjeros, que registraron un fuerte impulso en los últimos años. Sin embargo, existen también debilidades que surgen de la gestión de la bonanza. El actual déficit fiscal de 1,3%, ante un agravamiento de la crisis, podría escalar ‘rápidamente‘ a un registro de 4,3%, que corresponde con el valor ajustado por el ciclo económico, dijo Talvi. “Es mucho más lo que tendríamos que haber hecho que lo que ahora podemos hacer”, enfatizó el director de Ceres, quien atribuyó el exceso de gasto no a la gestión de la última administración.

Fuente: El Cronista Comercial