ECONOMÍA
YPF analiza ingreso de firma mexicana en Repsol
Estarán presentes Antonio Brufau, CEO de Repsol; Sebastián Eskenazi, titular de YPF; y Roberto Baratta, director por el Estado. Preocupa la política de la firma mexicana Pemex que apunta a retirar de la conducción a Brufau.
Hoy entre las 11 y las 12 de la mañana, el lujoso edificio que la petrolera YPF tiene en Puerto Madero será la sede de uno de las reuniones empresarias más importantes del año. Es que finalmente, tras el pedido del gobierno argentino, los popes del directorio de la compañía de capitales españoles y argentinos analizarán los posibles cambios internos que podría generar la ampliación de la participación de la mexicana Pemex en Repsol, que posee el 57,43% de YPF.
La reunión, de carácter extraordinario, estará presidida por el CEO de YPF, Sebastián Eskenazi y fue solicitada la semana pasada por el Estado argentino a través de Roberto Baratta, el hombre del Ministerio de Planificación que fue designado como representante del Estado en el directorio de la compañía. La Argentina, si bien sólo cuenta con 1000 de las 393,3 millones de acciones de YPF, ostenta la “acción de oro”, que le permite tener influencia directa en la toma de decisiones, además de poder de veto. Ambos derechos fueron adquiridos cuando en 1999 se privatizó la compañía, no obstante el manejo ejecutivo de YPF está en manos de la familia Eskenazi, que es dueña del 25,46% de la petrolera.
“Seguramente estará presente Antonio Brufau, principal responsable de Repsol”, aseguró una fuente de YPF a Tiempo Argentino. El mismo informante indicó que “la reunión seguramente será extensa porque habrá que consensuar más de 20 agendas con muchos temas, además del ingreso de Pemex”.
Las dudas del Estado nacional y la filial local están fundadas en las especulaciones posteriores al ingreso de los mexicanos en Repsol y en las polémicas negociaciones que llevaron al desembarco azteca. La historia es compleja: el pasado 2 de septiembre la estatal mexicana Pemex, a través de su filial P.M.I. Holdings, adquirió 56,3 millones de acciones de Repsol YPF por unos U$S 1700 millones a precio de mercado, lo que elevó su capital en Repsol YPF hasta el 9,8%. Días después, cerró un polémico acuerdo con la constructora española Sacyr Vallehermoso para unir ambas participaciones dentro de Repsol, quedando la dupla con casi el 30% del paquete, ya que la constructora ya poseía el 20%.
“El pánico es que los mexicanos se decidan a hacer una jugada para correr de la conducción de Repsol a los españoles”, aseveró a este diario una fuente del sector petrolero. Es que, con este acuerdo, Pemex y Sacyr desbancaron de la mayoría a la Caixa, banco que posee el 13% de Repsol y que habitualmente actuaba en conjunto con otro banco español, el BBVA, que detenta el 3,9%. Los nuevos mandamases evalúan qué hacer con la conducción unipersonal que hasta el momento venía teniendo Repsol, con Brufau a la cabeza. “Lo de apartar a Brufau son más chicanas y especulaciones que otra cosa”, arriesgó ayer una fuente que hoy será parte de la mesa de decisiones en el edificio de YPF. Sin embargo, en México no parece que estén pensando lo mismo.
A última hora de ayer, el consejero de Pemex Fulvio Ruiz Alarcón le otorgó una entrevista a la agencia de noticias Efe, en la cual mostró una postura por lo menos contradictoria sobre la que los españoles ya empezaron a tomar nota. El representante de la compañía aseveró que Pemex “no tiene absolutamente nada en contra de la administración actual” de Repsol. Sin embargo, se sinceró en el planteo y develó que la petrolera (Pemex) estima que “concentrar en una sola persona las funciones de presidente del Consejo de Administración y de director general no es una práctica muy recomendable” desde el punto de vista del buen gobierno corporativo. El consejero sostuvo además que en Pemex “no hay ninguna voluntad ni de correr a nadie ni de nada”, únicamente existe la convicción de que se deben separar esas funciones porque “abona al gobierno corporativo, tal como se dividió el directorio de Pemex”, donde la conducción de la compañía está en varias manos. En pocas palabras, un tiro por elevación al manejo autónomo de Brufau.
Los diarios españoles apuestan a que el deseo de sustituir la estructura de Brufau no sale de la cabeza de los mexicanos, sino que es el anhelo del presidente de Sacyr, Luis del Rivero. Él y Brufau mantuvieron en los últimos años –sobre todo en 2010– varios enfrentamientos por el tema de la política de distribución de dividendos de la compañía. En la disputa, Brufau fue siempre sostenido y conducido en base a la idea de los accionistas bancarios en Repsol, es decir, La Caixa y BBVA.
¿Por qué hay tanta preocupación en el ámbito local? Brufau ha sido un importante interlocutor con el gobierno nacional, desde la época de Néstor Kirchner, y es pieza clave en las relaciones del Ejecutivo con la familia Eskenazi y España. Además, la forma de conducir los negocios y encarar los desafíos de los mexicanos no es muy similar a la de los españoles.
En este contexto, todo indica que la reunión de hoy y las posteriores negociaciones serán duras, porque la posición ambigua de los mexicanos deja más dudas que certezas. En la entrevista con Efe, Ruíz Alarcón, de Pemex, concluyó que lo que se busca con el ingreso en Repsol es “incrementar la influencia en las decisiones de la empresa”, y agregó que, “a final de cuentas somos el accionista más antiguo, si no me equivoco, y además somos el accionista petrolero”.
Fuente: Tiempo Argentino