A pesar de la crisis, aumentan los precios de los autos

Lejos quedaron las cifras récord que hicieron de la industria automotriz una de las más exitosas de los últimos años, símbolo del boom económico y el auge de consumo que caracterizó a la Argentina.

A partir de 2009 el patentamiento comenzó a bajar y en la Asociación de Concesionarios de la República Argentina (ACARA) consideran que el número se estabilizará en 40.000 unidades promedio por mes. En total, la reducción de los cinco primeros meses del año es de 18 por ciento.

Aunque en las concesionarias admiten que vender esa cifra por mes no es un número tan dramático en un momento de recesión como el que se está viviendo, es claro que hay dudas de llegar a las 500.000 unidades a fin de año, aún con el apoyo del Plan del Gobierno.

Este cambio de película vino acompañado de un estancamiento “obligado de los precios” de los vehículos, que durante varios meses se congelaron, por el temor de las automotrices a ahuyentar más a los clientes. Esta misma estrategia estuvo acompañada de un show de promociones, descuentos y bonificaciones que llegaron a $10.000 para algunas unidades.

Sin embargo, en las últimas semanas las cosas comenzaron a cambiar y los incrementos de precios, que fueron característicos de la última mitad de 2007 y de la primera mitad de 2008, volvieron a aplicarse mensualmente muchos vehículos.

Las explicaciones son varias, entre ellas, que después de parar la producción, el stock de las automotrices comenzó a reducirse, y hoy no hay tanta necesidad de colocar las unidades, aunque sea a menor valor.

También en el caso de los vehículos que se importan la realidad es diferente. Por ejemplo en México, la producción del Volkswagen Vento y el Bora se suspendió y recién ahora van a retomarla. Eso lleva un tiempo, y tal como explicaron en Maynar, una de las concesionarias de la marca, habrá que esperar hasta agosto para poder adquirir la unidad si no está en el stock del punto de venta.

Una realidad diferente, que no tiene que ver con agotamiento por mayor demanda, sino con la escasez por falta de producción, muy distinta de lo que sucedió en la época de furor de la industria.

Más precios, menos bonificaciones Fuentes cercanas a la Asociación de Fábricas de Automotrices de Argentina (ADEFA) explicaron que “hubo un momento de ajuste de precios, donde éstos empezaron a bajar por diferentes bonificaciones, tanto de las terminales como de las concesionarias. Sin embargo ahora comienzan a acotarse porque las fábricas no tienen margen para bajar precios, debido, entre otra cosas, a que el aumento de costos continúa golpeando la producción”.

Algunos de los factores que más influyen son la utilización de autopartes importadas, teniendo en cuenta que el dólar ha tenido una importante apreciación en los últimos meses, y las paritarias, proceso que está en pleno período de negociaciones y que se sabe impactarán en los costos.

De acuerdo a un relevamiento que realizó iProfesional.com en las concesionarias oficiales líderes de distintas marcas, hubo coincidencia en que los valores comenzaron a moverse, ya sea por un aumento del precio de lista o por una reducción de las bonificaciones.

En Centro Automotores, concesionario oficial de Renault, explicaron que “en los precios se vienen dando algunos aumentos de 1 a 2% y también se están bajando las bonificaciones", con lo cual el impacto es aún mayor.

En Galia Automotores, que comercializa la marca Volkswagen, también se describe idéntico escenario. “Los precios tuvieron un reajuste mensual de 1% aproximadamente”, señaló uno de los responsables de ventas.

Estos porcentajes de subas graduales, sumado al recorte en los descuentos, sirven de antesala para anticipar el escenario que viene. Es decir, se ha llegado a un piso en los valores que se manejaron en los primeros meses del año y los precios tienden a repuntar de cara al segundo semestre.

Según el relevamiento realizado por iProfesional.com, la evolución es la siguiente:

En cuanto a los beneficios, desde Galia admitieron que algunas terminales los han eliminado, y que ahora los descuentos salen de la utilidad bruta del concesionario.

Otra de las consultas se realizó en Simone, red de ventas de Ford. En este caso uno de los vendedores comentó que hay cambios en los precios porque se puso punto final a muchas bonificaciones. Aunque por otro lado, consignó que esas promociones pueden pasar a otros vehículos.

Desde Toyota, una de las marcas que más se están fortaleciendo en el mundo, también admitieron cambio de precios. En uno de los locales de Avenida del Libertador explicaron que este mes recibieron un incremento de 2% el modelo Corolla y la SW4, y que en julio llegará el mismo ajuste para la Hilux.

Tiempos de entrega Los fantasmas que recuerdan al tiempo donde la demanda superaba a la oferta, y para obtener un vehículo había que esperar hasta dos o tres meses, volvieron a aparecer.

“Desde diciembre comenzaron a ajustarse los niveles de producción. Primero se pararon algunas plantas de manera transitoria y luego la decisión se extendió a otras. También se eliminaron turnos, y de tres semanales quedaron dos en muchas de ellas. Todo esto permitió que el nivel de stock se fuera achicando”, manifestó el economista Maximiliano Scarlam, de la consultora Abeceb (www.abeceb.com).

De acuerdo a datos de las diferentes terminales, el alto stock de noviembre, que era de 32.000 unidades, bajó en febrero a poco más de la mitad. “Ahora se encuentran en una cantidad normal, manejable de acuerdo al volumen de producción y ventas”, confirmaron fuentes del sector.

La baja de la producción comienza a sentirse en algunos productos, y lo mismo sucede con la importación de modelos de Brasil y México.

Como se mencionó, en el caso de Volkswagen se siente mucho con el Vento y el Bora, que se fabrican en México. Esto se da, especialmente, porque son dos vehículos que a pesar de pertenecer a la gama media y alta de la marca tienen una importante demanda.

En Renault también admiten demoras en algunos modelos provenientes de Brasil.

El caso de México es muy particular ya que se está consolidando como un importante proveedor de automóviles y el cambio en los stock y en las demanda lleva a una nueva regularización del mercado, que se está dando en todo el mundo.

Otro problema son las restricciones a las importaciones. Quien encendió la mecha recientemente -y se ganó la reprobación de toda la comisión directiva de la Unión Industrial Argentina (UIA)- fue el presidente de Fiat Auto, Cristiano Rattazzi, quien disparó contra las medidas proteccionistas asegurando que “la idea de vivir con lo nuestro lo único que trajo fue pobreza y nos alejó cada vez más del mundo, por lo que es hora de pensar, de una vez por todas, en ser un país desarrollado”.

El fastidio del empresario italiano, tal como diera cuenta iProfesional.com, comenzó cuando partidas con autopartes importadas no podían ser sacadas del puerto por contener tornillos, un producto que el Gobierno decidió proteger de la competencia extranjera y que debía ser autorizado previamente. (Ver nota: Empresas y grandes cadenas ven al país como un campo minado para seguir operando).

La torpeza en la confección de esa barrera casi provoca un parate en las ya golpeadas líneas de producción de la industria automotriz. "Mientras Brasil demanda autos, acá estamos lidiando para poder importar algo tan básico como son los tornillos y las tuercas", se quejó Rattazzi.

Ventas con el plan oficial Cuando se trata de operaciones realizadas por medio del plan de Impulso al sector automotriz que lanzó el Gobierno la situación se ve complicada. Hasta el momento se concretaron 5.220 operaciones, muy lejos del proyecto oficial, que pensaba sumar 100.000 unidades a fines de 2009. La entrega, en general, supera los 45 días.

En algunos casos tiene que ver con la demora en recibir los vehículos, pero en otros, también depende de la aprobación de las prendas por parte de la ANSES, que es la que financia la compra.

Cabe recordar que el 30% de las ventas de autos en todo el país se realiza mediante financiamiento, siendo el Plan de Ahorro la modalidad más elegida por la gente, que supera el 50%, si se consideran las otras opciones (por ejemplo, créditos prendarios).

Como anticipó iProfesional.com, en el caso del plan del Gobierno, las medidas iniciales fueron ampliadas y la adquisición de los más de 30 productos se puede hacer por tres sistemas:

* plan 20/80: se paga el 20% del valor del automóvil y se financia el 80% restante. * Plan 30/70: es igual pero el adelanto es del 30% del valor. * Plan 50/50: se salda la mitad y la otra se financia.

El plan que se había oficializado a través de la licitación de los fondos de la ANSES en diferentes bancos no funcionó, y las entidades habrían devuelto el dinero al organismo.

“Hubo una gran flexibilización del plan inicial pero hubo mucho tiempo muerto en el medio entre el acercamiento de la gente y la aclaración de los pasos a seguir, lo que atentó contra el sistema”, explicó un especialista en el tema.

Otros cambios que se hicieron fueron anular algunas cláusulas para ingresar, como la prohibición a aquellos que tuvieron un 0Km en los últimos cinco años, y ampliar la gama de vehículos, incluyendo los de un segmento medio, dando paso a los modelos del Mercosur y de México.

A pesar de las idas y venidas, en las concesionarias los vendedores se muestran bastante optimistas con la posibilidad de reflotar la medida. Tanto en San Jorge, que vende Chevrolet; en AutoGenerali para Fiat; en Centro para Renault como en Simone para Ford, coinciden en que, aunque a menor ritmo, la gente sigue haciendo consultas por el plan.

“Aparecen algunos interesados, pero lo que más los detiene es lo que tarda la entrega”, explicaron en Centro Automotores.

La ANSES, siempre presente Además del plan oficial para financiar la venta, el último anuncio del Gobierno para ayudar al sector ha sido el aporte de fondos de la ANSES a las terminales.

Hasta el momento se anunció el desembolso de $400 millones para Mercedes Benz, Peugeot y General Motors (GM). La idea es que mantengan sus planes de inversión y producción en el país.

En el caso de GM, que confirmaron la continuidad de sus planes a pesar de la situación que se vive en la casa matriz, en Estados Unidos, los fondos servirían para seguir con el Proyecto Viva, que se lleva a cabo en la Ciudad de Rosario, y marca el nacimiento de un nuevo modelo desde la Argentina para el mundo.

“El gobierno interviene para evitar que la crisis impacte aún más, teniendo en cuenta la importancia del sector. También hay subsidios para evitar despidos”, explicaron fuentes cercanas a ADEFA.

De esta manera, las automotrices siguen atentas, pensando en seguir produciendo más allá de la crisis.

El auto argentino ¿realidad o expresión de deseo? Mientras las ventas locales buscan reactivarse con ayuda de las concesionarias y los problemas de producción intentan cubrirse con la demanda de Brasil, el Gobierno insiste en un solo objetivo: lograr un auto de fabricación 100% nacional.

El proyecto es más una expresión de deseo que una posibilidad, ya que según algunas consultas realizadas por iProfesional.com para hacerlo tendría que producirse a gran escala, algo muy difícil de lograr dada la magnitud de la inversión requerida.

Claro está que con los megafondos de las AFJP en manos del Gobierno, el interrogante queda abierto. (INFOBAE PROFESIONAL)