Cristina Kirchner anunció oficialmente el fin deL sistema jubilatorio de capitalización

A pesar de que el protocolo no lo indicaba como una obligación, las principales figuras del Gobierno, y sus aliados, cantaron ayer el Himno Nacional antes de anunciar en un acto el proyecto de ley que prevé el fin de las AFJP: la Casa Rosada quiso darle al evento un clima patriótico y refundacional. Fue una presentación absolutamente cuidada. En la sede central de la ANSES se montaron dos carpas, se convocó a los principales dirigentes del oficialismo y se movilizaron los gremios. En ese marco, y agobiada por el calor, la Presidenta Cristina Kirchner firmó a las 18.20 el proyecto que estipula la vuelta a la jubilación única y estatal: si el Congreso aprueba la medida, el Estado pasará a controlar $ 98 mil millones aportados por contribuyentes al sistema de capitalización, y recibirá $ 15 mil millones extras durante el año próximo.

Según explicaron la Presidenta y el titular de la ANSES, Amado Boudou, que la precedió en el uso de la palabra (ver aparte), todos los trabajadores pasarán de manera automática a aportar sus haberes jubilatorios al sistema de reparto estatal. Se prometió también que el Estado reconocerá como aportes de los afiliados al sistema de AFJP el 11% de los salarios brutos durante los años de aporte al régimen privado, y que los actuales jubilados por ese sistema seguirán percibiendo sus haberes sin cambios en los montos. Las AFJP podrán quedarse con un negocio ínfimo que corresponden a los aportes voluntarios de sus afiliados, que representan un 0,3 por ciento del total.

Según Cristina, el fin del sistma de jubilación privada“es una decisión sin dudas estructural, tan estructural como la que se tomó en 1994, en el marco del neoliberalismo, cuando el repliegue del Estado era total y absoluto”.

En su discurso, la Presidenta intentó contestar las críticas de la oposición y de algunos medios, que acusaron al Gobierno de haber organizado “un saqueo” con el fin de “hacer caja”: “No pensamos en la caja cuando aumentamos trece veces las jubilaciones y tampoco pensábamos en la caja cuando consagramos legislativamente la movilidad jubilatoria”, señaló la mandataria, después de hacer una defensa de la reestatización de Aerolíneas Argentinas y Aguas Argentinas. Momentos antes, había dado vuelta el argumento de los críticos llamando “políticas de saqueo” a las medidas que organizaron a las AFJP: “Todas las grandes crisis en nuestro país y en el mundo han representado una fenomenal transferencia de ingresos de los sectores menos favorecidos a las grandes concentraciones económicas”, criticó. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se encargó después de explicar que el Estado “contratará” a los 11 mil empleados que hoy trabajan en las AFJP.

El jefe de Gabinete, Sergio Massa, le aseguró a Crítica de la Argentina que la “caja” de las jubilaciones será controlada por el flamante Fondo de Garantía de la Seguridad Social, que será administrado por la ANSES y que contará con asistencia del Banco Central, el Banco Nación, la Unión Industrial Argentina (UIA), la Bolsa de Comercio la CGT y la CTA, una organización gremial a la que el Gobierno le niega la personería jurídica. Además, se conformará una comisión bicameral en el Congreso para que los legisladores puedan también vigilar esos fondos (ver aparte). “Los periodistas y la oposición se quedan sin argumentos”, se jactó Massa.

Las posibles críticas de la oposición recibieron una constante réplica en el acto. La propia Presidenta convocó a los partidos políticos y a los legisladores a apoyar en el Parlamento su proyecto: “Por única vez dejemos pensar cada uno en nuestro posicionamiento y pensemos en serio en el futuro de la República Argentina”, reclamó en medio de aplausos. La acompañaban su gabinete, gobernadores aliados, intendentes, legisladores, miembros de organizaciones de derechos humanos y dirigentes territoriales, como elpiquetero Luis D’Elía, que siguió el acto parado y con cara de cansado debido al calor.

Cristina intentó en todo momento darle al acto un tono histórico: “Estamos ante un final de época a nivel mundial”, describió antes de explayarse sobre “la decisión estratégica” que estaba tomando. Al inicio había contado que fue ella misma la que decidió hacer el acto en la sede de la ANSES: “A través de lo simbólico, mostramos que estamos decidiendo sobre el patrimonio de nuestros jubilados”, celebró, y después de quejarse una y otra vez de los dirigentes que critican al estatismo en la Argentina, a pesar de que muchos de los miembros de su Gobierno habían apoyado, como diputados en los 90, la creación de las AFJP. Cristina no se detuvo en esos detalles de otra época. El Gobierno celebraba en cambio la creación, en tiempo récord, del nuevo Sistema Previsional Argentino (SIPA), que incluso ya tiene logo: un sol naciente con rayos gruesos y muy amarillos. (CLARÍN)