El Congreso de EE.UU. concede a Obama el fast track para tratados comerciales

Para conseguir la aprobación de esta ley Obama contó con el inusual apoyo de los republicanos y se ganó las críticas de sus aliados demócratas

Con 60 votos a favor y 38 en contra, el Senado de Estados Unidos concedió la “vía rápida” o fast track al presidente Barack Obama, lo que le permitirá negociar tratados comerciales sin que el Congreso pueda modificarlos, sino sólo aprobarlos o rechazarlos.

Actualmente, la prioridad comercial de Obama es cerrar el Acuerdo Transpacífico (TPP, su sigla en inglés), que negocia EE.UU. con otros once países. También está en agenda un tratado con la Unión Europea.

La vigencia de la nueva ley de autorización se prolongará hasta 2018 y podrá extenderse hasta 2021, con lo que tiene implicaciones más allá del fin de la presidencia de Obama.

Para conseguir la aprobación de esta ley Obama contó con el inusual apoyo de los republicanos y tuvo que negociar para rebajar la oposición de la bancada demócrata, que no ve con buenos ojos las consecuencias que traería la firma del acuerdo.

En este sentido, el pacto comercial sería un mérito en la política exterior de Obama que también fue consumida por la gestión de crisis de los últimos años.

La votación tuvo lugar después de meses de debates legislativos y maniobras del propio Partido Demócrata para oponerse a la agenda legislativa de Obama.

El tratado reducirá las tarifas y otras barreras comerciales significativas en la cuenca del Pacífico. Contendrá normas obligatorias relacionadas con el trabajo y el medio ambiente. Establecerá nuevos puntos de referencia delineando las reglas para las empresas de propiedad estatal en los países en desarrollo y la economía digital.

El volumen total del comercio entre EE.UU. y los otros once países que conformarían el TPP –Japón, Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Singapur, Vietnam, Canadá, México, Perú y Chile– superó los u$s1,7 billones en bienes y u$s260.000 millones en servicios en 2012, lo que convierte al TPP en el mayor acuerdo de libre comercio de la historia mundial.

Además, las economías de los doce países representan en conjunto el 40% del producto bruto interno (PBI) mundial y de llevarse a cabo podría incrementarlo aun más.

“Este es un día muy importante para nuestro país”, aseguró el líder republicano en el Senado Mitch McConnell al finalizar la votación.

McConnell fue uno de los impulsores de la ley. El líder republicano apostó a que una cantidad suficiente de los catorce senadores demócratas procomercio que votaron a favor de la legislación de vía rápida el mes pasado aprobaran anoche el proyecto de ley.

La Cámara de Comercio de EE.UU., la principal asociación empresarial del país, celebró la autorización del Congreso como un paso “hacia el crecimiento económico y la creación de empleo”.

“Nuestros líderes en Washington han demostrado que pueden desconectar a los populistas y demagogos de la izquierda y la derecha y tomar decisiones sobre una importante medida para poner a nuestra economía de nuevo en el camino correcto”, subrayó Thomas Donohue, presidente de la asociación.

En votación separada, se espera que sea aprobado el Programa de Asistencia para Ajuste del Comercio (TAA), que otorga asistencia para los trabajadores estadounidenses que puedan ser perjudicados por la nueva competencia extranjera.

Críticos y defensores

Los críticos al PTT se muestran preocupados por no repetir el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta), negociado por el ex presidente George H. W. Bush y firmado por Bill Clinton con México y Canadá, y que según los demócratas costó centenares de miles de empleos estadounidenses a causa de la mano de obra barata mexicana.

El campo proteccionista organizó la resistencia con los aliados tradicionales de los demócratas: sindicatos, grupos ecologistas, sociales, humanitarios, que denuncian la futura asociación transpacífica, temiendo un cuestionamiento de las políticas públicas y la reducción de las normas ambientales y sociales entre países tan diversos como EE.UU. y Vietnam.

Por otro lado, los defensores del TPP dicen que la asociación va mucho más allá de los recortes adicionales de tarifas y de impuestos e introducen la aplicación de normas más rigurosas de protección de los derechos laborales, la propiedad intelectual, las inversiones extranjeras y otras barreras que entorpecen aún más el comercio

Sus disposiciones probablemente costarían a la economía estadounidense algunos empleos más en ciertas áreas, admiten los partidarios del TPP, pero generarían un número mayor de nuevos empleos al aumentar las exportaciones de bienes más caros, además de atraer otras inversiones de fabricantes extranjeros.

CIERRE DEL PACTO

El ministro japonés de Política Económica y Fiscal, Akira Amari, afirmó que ve “posible” cerrar el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) en julio, después de que los EE.UU. aprobaran una ley necesaria para alcanzar este pacto.

Amari anunció que los doce países que negocian actualmente el TPP celebrarán una reunión ministerial el mes próximo, y agregó que “es posible que se pueda cerrar un acuerdo amplio” en dicho encuentro. Asimismo, Japón y los EE.UU. lograron acercar posturas en la última ronda de negociaciones celebrada en abril, atenuando las diferencias que ambas naciones mantienen sobre el comercio de productos agrícolas y automóviles.

Fuente: Diario BAE