Giorgi firma convenio para implementar un Plan de Desarrollo de la industria de Software

El ministerio de Industria firmó con la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (CESSI) un convenio para avanzar en la implementación del Plan de Desarrollo de la industria de Software, que incluye 70 acciones concretas definidas entre el sector público y privados.

La titular de esa cartera, Débora Giorgi, firmó el convenio con el presidente de la CESSI, Fernando Racca, en la ceremonia de entrega de los premios Sadosky, que iba a realizarse en Tecnópolis, pero que se realizó anoche en la sede de la Facultad de Derecho de la UBA.

Giorgi remarcó que el plan nacional para esta industria tiene una proyección al 2020, y en el camino apunta a "solucionar el acceso al financiamiento blando, que requiere el sector, a través de un préstamo que pedirá el gobierno al Banco Mundial".

La ministra remarcó la importancia del sector para el gobierno nacional y subrayó: "No vamos a escuchar el canto de sirenas de los precios de los comodities sin valor agregado porque ello no genera empleo ni desarrollo sustentable".

También su colega de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, anunció anoche que la Fundación Sadosky, "la primera en su tipo", ya que integra al sector público, privado y académico, "ya tiene número CUIT", lo que permitirá "obtener el número de cuenta en el Banco Patagonia, donde depositar los 3,7 millones de pesos previstos por el Gobierno para el primer año".

Adelantó también que el 16 de diciembre se inaugurará el nuevo polo tecnológico en el predio donde funcionaban las bodegas Giol e indicó que en Villa Martelli, en el predio permanente para Tecnópolis, funcionarán la Fundación Sadosky y la Fundación de Nanotecnología.

Barañao agregó que en marzo se realizará un encuentro para "mostrar a los inversores el potencial de las empresas argentinas de base tecnológica" y concluyó que "el mundo inversor está mirando hacia Brasil y Argentina".

Respecto de la escasez de recursos humanos, planteada por el sector como una de las luces amarillas que pueden afectar el desarrollo, Barañao reconoció que "es un cuello de botella", pero pidió "no caer en situaciones esquizofrénicas".

Racca, es el primer presidente de CESSI, que en los últimos diez años, aún anunciando tasas de crecimiento superiores a la de la economía nacional, advirtió sobre la necesidad de "revisar el modelo de crecimiento" del sector.

El empresario hizo foco en la necesidad de apuntalar la cantidad y calidad de los recursos humanos y en "agregar valor" a la producción y exportación, para "no tener que vender sólo horas hombre".

En el 2009 el sector facturó 2.800 millones de dólares, cuenta con 1.500 empresas que emplean a 62.000 personas y prevé para este año un incremento de ingresos del 11%.