La OCDE estima un crecimiento menor para el 2011
La organización que nuclea a desarrollados estima una expansión de hasta 2,5% de su PBI. Lleva al G-20 propuestas de ajuste fiscal y menos barreras al comercio y las inversiones para fomentar el empleo en el norte económico.
En la previa a la reunión del Grupo de los Veinte (G-20) de la próxima semana, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE)?advirtió que la recuperación económica mundial muestra síntomas de ralentización, que se harán notar en el 2011, basados en una disminución de sus expectativas de crecimiento.
La recuperación en los treinta países más desarrollados del mundo llega acompañada de niveles de deuda y déficit “insostenibles”, según el anticipo del informe que el organismo presentará en Seúl el 11 y 12 de este mes.
De acuerdo con estas previsiones, se espera un crecimiento de sus países miembros de entre el 2 y el 2,5% del PBI, menor que lo calculado para este año. En el 2010, en ese marco, la OCDE?prevé crecer entre un 2,5 y un 3%, niveles que volverían a mostrarse en el 2012.
De cara a la cumbre de Presidentes del G-20, el titular de la Organización, el mexicano Ángel Gurría, consideró que “la prioridad inmediata es la consolidación” de la recuperación económica. No obstante, evaluó que se necesita esfuerzo para recuperar el equilibrio de las cuentas públicas, en línea con el discurso de ajuste que promueve el FMI.
“Sólo para que el coeficiente deuda-PIB deje de crecer”, señaló Gurría, hará falta que “en la mayor parte de los países haya un esfuerzo histórico de consolidación de entre el 6 y el 9% del producto”. En tanto, el secretario general reconoció que “éstos son tiempos excepcionalmente difíciles para tomar decisiones políticas” por el bajo margen de maniobra fiscal y las recomendaciones para bajar el gasto en las economías más afectadas por los desbalances.
El discurso de la OCDE, en ese marco, también dejó un mensaje a favor de la liberalización de mercados, al abogar porque se retiren “elementos que desincentivan la inversión”.
A su vez, la organización pidió que se haga prioritaria la liberalización de los mercados de bienes, lo que los países emergentes, entre ellos la Argentina, resisten, por considerarla como una medida que permitiría transferir la crisis de los países ricos a las naciones en desarrollo por la vía del intercambio comercial.
En ese marco, la OCDE aludió a las “tensiones” en los mercados de divisas y respuestas proteccionistas que puedan perjudicar las perspectivas de crecimiento en los próximos meses. En política monetaria, la organización considera que el desafío que tienen ante sí las autoridades está en buscar el momento idóneo para abandonar los estímulos que se aprobaron como medida excepcional sin provocar con ello una mayor fragilidad en los mercados financieros.
EMPLEO. A pesar de las recomendaciones para el ajuste fiscal, Gurría también consideró que será necesario aplicar medidas fiscales que incentiven el crecimiento y el empleo. “Si no hacemos que la gente vuelva a trabajar no podremos cantar victoria sobre la crisis”, dijo.
Según las previsiones de la organización, aunque las condiciones del mercado de trabajo en los países miembros han mejorado desde principios de este año, el índice de desempleo de la OCDE, que alcanzó niveles máximos del 8,5% a finales del 2009, se mantendrá elevado, en torno del 7,2%, hasta finales de 2012.
Por otra parte, la OCDE?pidió a algunos países miembros que cambien sus políticas de aumento de los subsidios por desempleo para introducir más medidas de fomento de la búsqueda de trabajo, y de iniciativas que sirvan para aumentar la participación de las mujeres en el mercado laboral. Sin embargo, la organización reconoció que hacer previsiones sobre la evolución macroeconómica en los próximos meses es tarea difícil, puesto que persisten elementos de incertidumbre considerables, como la posibilidad de que haya una nueva caída de los precios de la vivienda en los Estados Unidos.
Según indicó el anfitrión de la cumbre, el presidente sudcoreano, Lee Myung Bakos, el encuentro de mandatarios tendrá como temas centrales el enfrentamiento por la valuación de las divisas, la creación de una red de seguridad financiera mundial, la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el desarrollo de los países más pobres.
El mandatario sudcoreano admitió que existen profundas desavenencias entre potencias económicas como los Estados Unidos, China y Europa. Pero a pesar de ello consideró que podrán “ir un paso más allá y llegar a un acuerdo”. En ese sentido, Lee elogió la cooperación de China durante el encuentro de ministros de Economía y jefes de bancos centrales.
(El Argentino)