La inflación desacelerará su ritmo en el segundo trimestre

Así lo estimaron hoy varios economistas que calculan que la tasa anual oscilará en un rango del 20 al 30 por ciento, aunque condicionaron ese guarismo a lo que suceda en las paritarias donde los gremios reclaman subas salariales, en su mayoría, del 25 por ciento.

El presidente de Fiat, Cristiano Rattazzi, afirmó que el Gobierno está aplicando un "ajuste" en la actividad económica a través de "la inflación", y alertó que con alzas salariales del 25 por ciento "por algún lado la economía va a crujir fuertemente".

"Estamos en 20 ó 30 por ciento de inflación", calculó Rattazzi a radio Diez, al tiempo que aseguró que "cuando uno entra en un sistema inflacionario, hay que hacer un reajuste general".

Para el economista José Luis Espert, la tasa inflacionaria rondará el 30 por ciento anual, y sostuvo que "la pobreza va en aumento porque la inflación te golpea de peor manera que lo que te golpea el crecimiento de empleo".

La economista Marina Dal Poggeto, del Estudio Bein, proyectó una inflación del 20 por ciento anual, y auguró una desaceleración en el segundo trimestre "por cuestiones estacionales", y porque "el precio de la carne, que explicó gran parte de la suba en el primer trimestre, parecería estar llegando a un límite". "La inflación del primer trimestre fue la más alta, para ese lapso, desde el 2003, fue incluso superior a la del 2008 cuando se desató el conflicto con el campo", indicó.

Sin embargo, aclaró que el ritmo inflacionario "dependerá de lo que pase en las negociaciones salariales", al juzgar que no sería conveniente "pasar de una ronda paritaria anual a dos rondas por año", porque el desdoblamiento agregaría unos puntos adicionales a la inflación.

Dal Poggeto abogó por lograr "un acuerdo social" en el que el Estado sea mediador en la puja distributiva entre los empresarios y los gremios. "Si los salarios suben al 23 por ciento, e inmediatamente suben los precios, porque las empresas trasladan ese costo, el aumento salarial no es tal, es una ilusión", evaluó, y aconsejó para frenar la inflación mayor "prudencia fiscal, que no implica ajuste, sino poner el nivel de gasto algo debajo de la recaudación".

En la misma sintonía, Javier Paz, de Ecolatina, desestimó que en los próximos trimestres se repita una inflación del 8 por ciento como la del primer trimestre, que atribuyó en un 70 por ciento "al shock de la carne". "Tampoco vamos a volver a una inflación trimestral de 4 por ciento. Creo que va a andar en un 6 por ciento. Para el 2010 prevemos un piso de inflación del 25 por ciento. El techo no se sabe", precisó.

Además, subrayó que "el shock de la carne tuvo un mal ’timming’ porque justo pasó cuando se estaba definiendo las subas salariales que se van a pedir en paritarias".

"La inflación es una carrera de precios-salarios, en la que siempre terminan perdiendo los salarios. Mientras haya restricción de oferta, y se fomente el consumo, paritarias con subas del 25 por ciento te agregan puntos a la inflación", explicó.

Para consultora Finsoport, que conduce el economista Jorge Todesca, el Gobierno "se muestra decidido a no encarar ninguna política de fondo" para frenar la inflación".

"El argumento central es que no se quiere ’enfriar la economía’. Esta postura ignora el hecho de que cuando la demanda excede de un modo persistente a la oferta, el impulso de crecimiento se traslada a los precios (como está ocurriendo), y a partir de un cierto momento no agrega nueva expansión real de la economía", cuestionó.