La suspensión de vuelos de carga en Europa perjudica la cadena global de abastecimiento

El trastorno causado por el cierre del espacio aéreo en el norte de Europa comenzó ayer a golpear el bolsillo de la economía mundial aunque la dispersión de la ceniza permitió que se realizaran algunos vuelos.

Las líneas de producción automotriz están sufriendo cada vez más problemas porque la prohibición de volar sobre parte de Europa comienza a afectar la manufactura por la escasez de componentes clave.

Otras industrias están almacenando mercadería en ciertos puntos geográficos, como Dubai, para contar con la mayor flexibilidad posible en medio de la incertidumbre acerca de los fletes aéreos.

Estos problemas ponen de relieve la dependencia que el sector industrial tiene de complejas cadenas de abastecimiento que necesitan múltiples formas de transporte para entregar mercadería y componentes just in time donde los necesitan.

Bruno Sidler, gerente de operaciones de Ceva Logistics, con sede en Holanda, dijo que muchos clientes aún no se han dado cuenta de que este inconveniente durará mucho, aunque se reanuden los vuelos. “Una cosa es tener el espacio aéreo abierto otra vez. Pero las aerolíneas tendrán que traer sus aviones y habrá problemas con los cronogramas de rotación. Creo que todo estará fuera de sincronización durante dos o tres semanas”, opinó Sidler.

Aunque el flete aéreo da cuenta de una cantidad muy pequeña del comercio mundial por peso –alrededor de 0,5% en el Reino Unido– este trastorno dejó en claro que la carga por avión juega un papel vital para entregarle a muchas firmas manufactureras componentes de alto valor y gran importancia.

Entre las automotrices, BMW dijo que suspenderá la producción en tres plantas alemanas y Nissan planea medidas similares debido a los inconvenientes de abastecimiento. Audi informó que podría tener que cancelar turnos de trabajo en los próximos días debido a la falta de autopartes.

Aunque estas compañías utilizan principalmente proveedores con sede cerca de sus fábricas, y usan el transporte por mar y carretera para la mayor parte de las entregas, dependen del flete aéreo para el traslado de un número reducido de componentes electrónicos de alto precio. Nissan, por ejemplo, podría tener que suspender la producción de sus modelos Cube, Murano SUV y Rogue porque no puede recibir un sensor de crítica importancia que se fabrica en Irlanda.

Estos problemas comienzan a verse ya en muchos otros sectores, según han dicho los expertos en logística. Es probable que incluso los que puedan encontrar nuevas formas de trasladar mercadería crucial, como microchips, enfrenten una brecha en el abastecimiento mientras los envíos llegan por otros medios más lentos.

Sidler comentó que muchos de los clientes de su compañía han enviado por avión sus suministros importantes a Dubai, cuyo gran aeropuerto de carga es una de las más grandes terminales de contenedores del mundo. Desde allí los productos pueden enviarse por avión a aeropuertos que permanezcan abiertos, embarcarse o mandarse por camión al puerto de Salalah, en Omán, desde donde es más rápido el envío por carretera a Europa. (EL CRONISTA)