ECONOMÍA
Las cotizaciones de las commodities registraron una marcada aceleración
Los precios de las commodities están muy cerca de los niveles del récord histórico, lo cual beneficia a la Argentina por ser una de las mayores exportadoras de granos, pero el encarecimiento de los alimentos preocupa al mundo entero.
Los precios avanzan, a punto tal que muchos se ubican actualmente por encima de los niveles récord alcanzados hacia mediados de 2008, señaló la consultora privada Ecolatina en un estudio.
El caso más notorio es el de los alimentos: según el Fondo Monetario Internacional (FMI), en los últimos seis meses el precio de este conjunto se elevó 35 por ciento.
La Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés) advirtió que el costo de los alimentos a nivel mundial se encuentra -en términos reales- en el nivel más alto desde que comenzó la medición en 1990.
Entre los factores que exacerbaron la suba de los alimentos se encuentran las restricciones a las exportaciones impuestas por diversos países productores, los bajos niveles de stocks disponibles y la creciente demanda de biocombustibles.
El índice que agrupa al conjunto de metales (sin el oro) subió desde junio 34 por ciento, ubicándose apenas por debajo del máximo histórico de mediados de 2007.
Ante la recuperación de la economía mundial las fábricas aumentaron sus niveles de producción, por lo que parte del aumento de los metales responde en última instancia a una mayor demanda global.
El petróleo transita una situación similar: entre julio de 2010 y enero último el precio del crudo trepó casi 25 por ciento y, por primera vez en dos años, el costo del barril superó la barrera de 100 dólares.
Además de la recuperación económica, la suba del crudo estuvo impulsada por la crisis en Egipto.
De todas maneras, el barril se encuentra aún lejos del récord y por ahora las presiones son menores a las imperantes en 2008.
Este nuevo boom de las commodities responde también a factores financieros: el exceso de liquidez global, las bajas tasas en los principales mercados y el mayor apetito por el riesgo de los inversores, impulsan las cotizaciones.
El incremento de las commodities comenzó a sentirse en el bolsillo de los consumidores alrededor del mundo.
Más aún, en varias economías la tasa de inflación superó los límites fijados como objetivos (explícitos e implícitos).
En los países desarrollados la inflación es baja y el problema pasa por la fortaleza de la recuperación económica.
Por ello la atención de la política monetaria y fiscal se centra en la consolidación del crecimiento.
Los países emergentes parten de un nivel de actividad más elevado y mantienen bajo desempleo.
Como allí se destina una mayor porción de los ingresos a los alimentos, la inflación en ese rubro genera serios riesgos sociales.
"La suba de los alimentos es una noticia alarmante: para minimizar el impacto se requiere coordinación entre los gobiernos", advirtió Ecolatina. Mientras la tendencia alcista continúe los países importadores y de bajos recursos serán los más perjudicados.