"No se acordó ningún precio nuevo para el gas de uso residencial"
Así lo afirmó el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y remarcó que dicho insumo "seguirá costando lo mismo que hasta hoy".
"El gas residencial está garantizado y no tendrá ninguna modificación", puntualizó.
La aclaración fue formulada para diferenciar el precio que se paga a productores por el gas de yacimientos convencionales (de 1 y 1,50 dólares por millón de BTU), del que se paga a través del Programa "Gas Plus" -gas adicional de los mismos yacimientos o aledaños- (hasta 4,5 dólares), y del que se oblará por el futuro gas de yacimientos no convencionales, Thigt Gas y Shale Gas.
Esto último en base a una fórmula acordada en la víspera entre la Secretaría de Energía de la Nación y las provincias productoras. Sobre esto último, el ministro señaló a través de un comunicado que "sólo se estableció una banda de referencia para un tipo de gas que todavía no se produce en la Argentina, quien lo quiera comprar deberá negociarlo en esa franja".
El destino del gas no convencional será las industrias o usinas generadoras de electricidad (aunque el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, no descartó su exportación, por caso, a Chile).
De Vido explicó que "el convenio firmado entre el Estado Nacional y la provincia de Neuquén establece bandas de precios solamente para el gas no convencional (shale o tight), que se negocia entre el productor y la industria o usina que lo adquiera". Al respecto detalló que "estas bandas tiene como piso los precios del Programa Gas Plus (4,5 dólares a industrias) y como máximo el valor del gas que se importa de Bolivia" (hoy en 7,5 dólares) y agregó que "la producción de gas no convencional permitirá reemplazar parte de los combustibles líquidos (por caso fuel oil) que hoy se importan, generando un ahorro de más de 500 millones de dólares por año".
Otro punto convenido entre las partes refiere que dicho gas nuevo "no será redireccionado al uso interno residencial", por el cual se paga al productor un precio muy inferior.
No cumplir con este requisito implicaría una suba del precio al consumidor o, caso contrario, el desaliento en las fuertes inversiones que requiere la exploración y producción del gas no convencional.