ECONOMÍA
Presupuesto 2011: El oficialismo defenderá su proyecto en la Cámara Baja
El Frente para la Victoria no aceptará cambios en el proyecto. Ningún gobierno desde el retorno a la democracia administró el país sin esta ley. Los bloques opositores se reunirán a las 11 para decidir si participarán de la sesión especial.
No hay espacio para una negociación, sobre todo cuando se trata del Presupuesto 2011 y la historia parlamentaria da cuenta de que ningún gobierno administró el país sin esta ley. Esa sería la síntesis de la decisión del bloque del Frente para la Victoria que anoche anunció que no aceptará la modificación siquiera de una coma del proyecto. Por lo tanto, al mediodía bajarán al recinto de Diputados dispuestos a pelear artículo por artículo. La oposición postergó para las 11 de hoy la decisión de participar o no de la sesión. Están algo desconcertados, sienten que una vez más el oficialismo les ganó la batalla política, más allá del resultado concreto que tenga el debate.
Durante toda la jornada de ayer se sucedieron reuniones, sobre todo en el ámbito de la oposición. Primero necesitaban resolver qué sesión se iba a realizar en primer término. Es que el Grupo A había solicitado una especial para deliberar, entre otros temas, la reforma del Indec y la publicidad oficial. El oficialismo, en tanto, había solicitado también una reunión especial pero para debatir el Presupuesto. Hacia el final de la tarde, el presidente de la Cámara Baja, Eduardo Fellner, les resolvió el intríngulis al anunciar que a las 12:30 se discutirá Presupuesto y recién a las 18 lo que solicitaron los opositores.
Ayer lo que no terminaban de resolver los opositores es si darán o no quórum al debate del Presupuesto. Saben que si hacen fracasar la sesión de hoy, el oficialismo tendrá el argumento necesario para demostrar que la oposición no quiere otorgarle esta herramienta al gobierno de Cristina Fernández.
De hecho, el presidente del bloque del FPV lo dijo anoche en un acto en la Plaza de los Dos Congresos: “Esta es la primera vez que ocurre desde esa fecha y tanto para Alfonsín –hasta en su momento más difícil–, como para el presidente Carlos Menem, De la Rúa o Duhalde, siempre se les permitió gobernar con su presupuesto”.
La frase de Rossi estalló en la cabeza de los diputados opositores que en ese instante estaban reunidos en el despacho de la radical Silvana Giudici. Justamente el radical es uno de los bloques que anticipó su decisión de bajar al recinto y, como marca la historia parlamentaria, permitirle al Ejecutivo tener un Presupuesto. Ahora dicen que se referían a la sesión ordinaria de la semana que viene y que sólo respaldarán el dictamen que ellos presentaron. La frase les sirve para responder ante las preguntas de los periodistas, pero se saben complicados. No darle un Presupuesto al gobierno nacional es un costo político que no todos los miembros del bloque radical están dispuestos a pagar.
Algo similar sucede en el bloque socialista. Anoche, Mónica Fein y Lisandro Viale intentaban eludir la requisitoria periodística. Es que no sólo una integrante del bloque había firmado el despacho del oficialismo, aunque luego retiró la rúbrica, sino que además habían anunciado públicamente que no bloquearían jamás una sesión. El FPV les recuerda ese compromiso y esperan verlos sentados en sus bancas. Fein y Viale juran que hoy, poco antes del mediodía, tomarán una decisión sobre si ocuparán las bancas, pero tampoco les gusta el costo político que pueden llegar a pagar. Sobre todo porque son gobierno en Santa Fe y saben lo que significa administrar la provincia con el presupuesto aprobado en tiempo y forma.
En el peronismo disidente también hay algo de confusión. Anoche, el mendocino Enrique Thomas se mostraba molesto por las declaraciones de Rossi sobre que una negativa al Presupuesto era ponerle palos en la rueda. Sin embargo, el enojo del peronista disidente parecía más una formalidad porque no todos sus miembros piensan igual desde un tiempo a esta parte.
Los que no tienen esa preocupación son los de la Coalición Cívica. Ayer dijeron que no darán quórum y en caso de ser necesario, votarán en contra el dictamen oficialista. Pero eso en la Cámara Baja no es una novedad.
El proyecto del Grupo A (radicales, PJ disidente, el PRO y la Coalición Cívica) es criticado por el oficialismo porque no sólo considera una inflación del 25%, sino que además prevé un freno a las 7400 obras públicas que se encuentran en ejecución y que deberían terminarse el próximo año.
Cuando el oficialismo se refiere a obras públicas habla de viviendas, caminos, hospitales y obras de saneamiento e hídricas distribuidas en todo el país. Y no es un dato menor, ese posible freno a la obra pública, que representa el 25% de la inversión total en el rubro construcción, perjudicará a los 380 mil empleos formales que genera el sector. Este es el único punto que oficialistas y legisladores del frente Proyecto Sur coinciden. Ayer, Claudio Lozano aseguraba que el dictamen del Grupo A “frena las obras públicas y congela los salarios”.
Ahora bien, en el FPV sostienen que el dictamen de Proyecto Sur genera incertidumbre sobre la política cambiaria, eleva de forma desmedida la presión tributaria, 6% del PBI, alterando fuertemente las decisiones de inversión y las expectativas de consumo y, sobre todo, es un presupuesto deficitario. Ante estos proyectos, es que el FPV decidió avanzar con su propio dictamen y forzar a la oposición a que defina si quiere darle esta herramienta al Ejecutivo o, como aseguran, pretenden cogobernar justo el año donde hay elecciones presidenciales.
La definición comenzará a vislumbrarse poco después del mediodía, cuando los diputados comiencen a sentarse en sus bancas. Se prevé un extenso y peleado debate.
(El Argentino)