Medidas para la protección de la industria local de las importaciones desde Brasil y Asia

El Gobierno ya avisó que se aferrará a toda costa al superávit de la balanza comercial y avanzó ayer con una nueva medida para sostenerlo: impondrá trabas burocráticas para encarecer la importación de 1.200 productos de consumo masivo, que insumen la mitad de lo que se gasta en ese rubro. La medida se suma al endurecimiento de las sanciones contra los importadores que intenten ingresar bienes baratos de Asia y a los pedidos a Brasil para que modere sus ventas al país. Todo apunta también a frenar los despidos que comenzaron a producirse en las industrias más vulnerables a los vaivenes externos.

Los operadores del comercio exterior aseguran que con la devaluación de las últimas semanas las importaciones ya se frenarán sensiblemente en los próximos meses, porque el enfriamiento de la economía y la desconfianza de los consumidores no permiten trasladar a los precios la suba del dólar. “Además, nadie sabe cuál va a ser el nuevo techo del tipo de cambio”, admitió ante Crítica de la Argentina el economista Diego Pérez Santiesteban, directivo de la Cámara de Importadores (CIRA).

Pero ante la duda, y como ya empezaron a hacer los países ricos, el Gobierno decidió elevar nuevas barreras contra las compras al exterior. El secretario de Industria, Fernando Fraguío, firmó ayer una disposición que obliga a los importadores de 1.200 productos a pedir permiso antes de recibir la mercadería. Se aplica a ciertos tipos de alfombras, alimentos, comida para animales, neumáticos, calzado y motocicletas, entre otros.

La medida regirá desde esta misma semana. Los empresarios deberán pedir las licencias para cada embarque, pero Industria está obligada a entregárselas en 48 horas por ser licencias automáticas. Para otros bienes se fijaron licencias no automáticas, que tardan más y a veces no se entregan. Además, en 15 días se volverá a discutir con Brasil la aplicación del mecanismo de adaptación competitiva (MAC), que permitiría frenar compras a la industria vecina. (CRÍTICA DIGITAL)