Se aprobó la creación de la Agencia Nacional de Materiales Controlados que reemplazará al RENAR
La norma fue aprobada por unanimidad en el Senado, y modifica los requerimientos de fiscalización y control de armas, explosivos y municiones, y fortalece las políticas de promoción de desarme civil. El organismo reemplazará al RENAR.
El ministerio de Justicia informó que hoy la Cámara de Senadores de la Nación aprobó por unanimidad el proyecto de Ley que crea una Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC) que dependerá del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos en reemplazo del actual Registro Nacional de Armas y Explosivos (RENAR). La medida fue adoptada con el consenso de todo el arco político parlamentario y ahora deberá ser reglamentada por el Poder Ejecutivo.
En referencia a la sanción, el director del RENAR, Matías Molle, expresó que “la aprobación de esta Ley representa una medida a favor de la vida. Es un antes y un después en el control de armas en la Argentina que institucionaliza el trabajo que venimos realizando en materia de sensibilización, prevención de la violencia y desarme”.
La nueva norma prevé la creación de una agencia que remplace al actual RENAR, con el objetivo de lograr mayor capacidad y celeridad administrativa y financiera acorde a los requerimientos de fiscalización y control de materiales sensibles como las armas, los explosivos y las municiones, y también lograr que los fondos del sistema de control de armas y explosivos dejen de ser administrados por un ente privado y pasen a formar parte de la Administración Pública Nacional.
Tanto el debate como la aprobación de la ley contaron con el apoyo de miembros de la Sociedad Civil y la Red Argentina para el Desarme. El proyecto había sido presentado por el ex diputado nacional y actual secretario general de la Presidencia, Eduardo "Wado" de Pedro.
A su vez, durante la sesión, los senadores también le dieron media sanción a la prórroga de la Ley 26.216 sobre el Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego, con el que ya se sacaron de circulación más de 173 mil armas y un millón de municiones.